LOS ?NGELES -- Austin Riley dijo sentirse avergonzado por su producción en este inicio de temporada, y el manager Brian Snitker comentó que no le desearía la semana pasada ni a su peor enemigo. Fueron sólo dos de los Bravos que expresaron su frustración al final de una gira de pesadilla que terminó de forma muy apropiada.
Un despertar temprano de una ofensiva dormida ante el dos veces ganador del Premio Cy Young, Blake Snell, resultó ser sólo parte de una dolorosa ilusión. Justo cuando parecía que los Bravos conseguirían su primera victoria antes de tomar un vuelo de costa a costa, fueron condenados por Shohei Ohtani en su noche de bobblehead.
El cuadrangular de oro de Ohtani ante el cerrador cubano Raisel Iglesias la noche del miércoles les dio a los Dodgers una victoria por remontada de 6-5 y obligó a los Bravos a salir del Dodger Stadium con apenas su quinto inicio de 0-7 en la era moderna. El equipo más reciente de Atlanta en comenzar así fue el del 2016, que tenía marca de 9-28 cuando Snitker reemplazó al entonces piloto cubano Fredi González.
“No le deseo esto a nadie en un entorno competitivo”, lamentó Snitker. “Lo que estamos atravesando es duro, muy duro. Todos lo saben. Esos muchachos allá adentro están más conscientes de eso que ustedes. Lo sienten. Es difícil. Y no hay nada que se pueda hacer más que luchar para salir adelante”.
Iglesias estaba en el montículo mientras los Dodgers anotaban las últimas tres carreras del partido. Su difícil presentación podría atribuirse en parte a la falta de actividad reciente. El cerrador veterano lanzó en un juego de los Entrenamientos de Primavera el 24 de marzo y debutó en la temporada regular exactamente una semana después, en el octavo episodio de la derrota por 6-1 del lunes ante los Dodgers.
?ste fue el primer intento de salvamento para Iglesias, y fue algo inusual. Entró en el octavo acto en lugar de su compatriota Daysbel Hernández con un out, un corredor en la primera base y cuenta de 2-0 ante Will Smith. Otorgó una base por bolas, permitió un doblete del empate a Max Muncy y luego volvió para el noveno, inning en que Ohtani le conectó el primer pitcheo, un cambio, por encima de la valla del jardín central.
“No fue culpa de [Iglesias] en absoluto”, dijo Riley.
El margen de error en los innings finales pudo haber sido mucho mayor si los Bravos hubieran aprovechado la gran oportunidad que se les presentó en el sexto episodio, cuando la parte gruesa del lineup llegó al plato con las bases llenas y sin outs. Pero el elevado del dominicano Marcell Ozuna no fue lo suficientemente profundo para traer una carrera. Luego, Matt Olson siguió a un ponche de Riley con un inofensivo elevado al campo corto.
“Desde un punto de vista personal, honestamente es vergonzoso lo que he mostrado ofensivamente”, declaró Riley. “Tengo mucho trabajo por hacer. Es vergonzoso”.
Riley batea de 27-3 con 11 ponches. Cortó una racha de 19-0 con un sencillo en la cuarta entrada que puso dos corredores en base con con dos outs ante Snell, pero Olson falló con un rodado a la segunda base.
Estas secuencias sólo aumentaron la lista de oportunidades desperdiciadas por los Bravos, que llegaron al miércoles con apenas dos carreras anotadas en sus últimos cuatro partidos. Las nueve anotaciones que habían logrado hasta el martes marcaron un récord de la franquicia como la menor cantidad en los primeros seis juegos de cualquier temporada. Gran parte de esa ineficacia se debe a un promedio de 34-1 con corredores en posición de anotar durante esos seis encuentros.
Al ser consultado sobre su decisión de reorganizar el orden al bate para el partido del miércoles ante el zurdo Snell, Snitker se rio y dijo, “?Qué vamos a hacer, no anotar?”
Un par de errores en los tiros de Muncy permitió a los Bravos anotar cinco carreras inmerecidas en las primeras dos entradas. Nick Allen, quien podría haber desplazado al venezolano Orlando Arcia como torpedero titular, inició su noche de dos hits con un doble impulsor en el primer episodio, que terminó con dos rayitas. Ozzie Albies y Olson conectaron dobles productores en un segundo de tres carreras.
Los Bravos se fueron de 8-4 con corredores en posición de anotar en las primeras dos entradas y de 7-1 en el resto del juego.
Ozuna negoció bases por bolas en cada uno de los primeros dos episodios y ha construido un porcentaje de embasado de .552 con la ayuda de un récord de 13 boletos, la mayor cantidad en MLB. Olson ha recibido siete bases por bolas y suma tres extrabases. Pero con Albies siendo el único jugador de Atlanta con múltiples hits con corredores en posición de anotar (de 8-2), se han desperdiciado demasiadas oportunidades.
Riley se ha ido de 6-0 con tres ponches en esas situaciones. Olson lleva de 6-1 y el valor tempranero de Ozuna se ha visto reducido, al irse el dominicano de 5-1 con tres ponches en turnos productores.
“Nos pusimos en esta situación”, dijo Snitker. “Tenemos que seguir luchando y salir de ella”.