LOS ?NGELES -- Para varios miembros de los Dodgers, el mejor momento de su viaje de una semana a Japón para la Serie de Tokio no tuvo lugar en el terreno, aunque todos disfrutaron enormemente del ambiente en el Tokyo Dome y vivieron lo que era, para la mayoría de ellos, una nueva ciudad y un nuevo país.
Sin embargo, fuera del terreno, lo más llamativo fue una cena especial del equipo -- cuyo centro de mesa fue un atún gigante que se especuló que pesaba entre 400 y 500 libras -- que fue organizada por el trío de estrellas japonesas del equipo: Shohei Ohtani, Yoshinobu Yamamoto y Roki Sasaki.
"Definitivamente, fue muy divertido", dijo el relevista zurdo de los Dodgers, Alex Vesia. "Fue increíble comer eso. Estaba súper fresco. El pescado fue capturado hace dos o tres días, y jamás lo congelaron".
"Eso fue como un espectáculo", agregó el jardinero Michael Conforto. "La comida fue genial. Fue una experiencia para unir a todo el equipo. Espero que podamos hacer más cosas así".
"Cada muchacho con el que hablé dijo que fue la mejor experiencia había tenido", declaró el mánager de Los ?ngeles, Dave Roberts.
Aunque los integrantes del equipo que hablaron sobre la cena les dieron el mismo crédito a los tres jugadores japoneses por planificar la comida, tanto Yamamoto como Sasaki se?alaron a Ohtani como el principal organizador del evento, lo que insinúa que el estelar toletero/lanzador había tomado la iniciativa para armar todo.
Entre otras conclusiones, es una muestra de cómo Ohtani ha evolucionado desde que se integró a los Dodgers bajo un contrato en ese entonces récord de 10 a?os y US$700 millones antes de la temporada del 2024.
"Creo que habla, más que del liderazgo, sobre la cultura", indicó Roberts. "Creo que es su sentido de orgullo patrio por su país lo que los llevó a dar lo mejor de sí mismos para darles la bienvenida a sus compa?eros a la comida japonesa y demostrar hospitalidad. Creo que eso es lo que más me demuestra.
"Pero, ?será que [Ohtani] hubiera hecho esto el a?o pasado si estuviéramos aquí en Tokio? Probablemente no".
El día después de que los Dodgers llegaron a Tokio, Ohtani había expresado un fuerte deseo para la visita del equipo a Japón.
"Estoy seguro de que mis compa?eros están disfrutando de Japón en estos momentos, y espero que sigan haciéndolo", declaró Ohtani. "Espero que los fanáticos puedan ver a mis compa?eros disfrutar de Japón".
Misión cumplida, según todos los informes.
La presencia de Ohtani como líder en el clubhouse de los Dodgers es discreta. Muchos observando desde afuera no lo presencian por cuenta propia. Pero hay se?ales de su influencia para los que saben qué buscar.
Desde que firmó con el conjunto de Los ?ngeles, Ohtani le ha mostrado poco a poco al mundo del béisbol más sobre qué clase de persona es fuera del terreno. Está obsesionado con su perro, Decoy. Le hace bromas a su dirigente. Y toma la iniciativa para armar una inolvidable experiencia de unión para sus compa?eros, algo que ellos valoran de verdad.
"Lo que he notado es que no es el tipo de persona que liderará al equipo hablando", explicó Yamamoto. "Lo hace más por el ejemplo. Está tratando de guiar al equipo con sus acciones".
No hay duda de cómo Ohtani es un líder por ejemplo mientras está en el terreno. Aporta una presencia élite en la parte alta de la alineación de los Dodgers, viniendo de la primera temporada 50-50 en la historia de las Ligas Americana/Nacional y su tercer premio a Jugador Más Valioso de manera unánime. También está trabajando para regresar al montículo esta campa?a, lo que le da una oportunidad aún mayor de ser uno de los motores de su equipo.
Es más difícil definir el impacto de Ohtani fuera del terreno, pero los que lo rodean están impresionados por su humildad, especialmente después de que vieron su imagen estampada por todas partes en Tokio. Ohtani, como la estrella más grande en un equipo cargado de talento y personalidades, puede contribuir casi tanto como lo hace en el diamante ayudando a establecer el ritmo para una cohesiva cultura de equipo.
Gran parte de eso comienza con la unión, como descubrieron los Dodgers cuando la química del equipo les ayudó a navegar la adversidad que enfrentaron en su camino hacia un título de Serie Mundial la temporada pasada.
"[Ohtani] es alguien que quiere divertirse, aparte de todo el trabajo que ha estado haciendo", dijo el guardabosque dominicano de los Dodgers, Teóscar Hernández. "Le gusta disfrutar del tiempo que tenemos fuera del béisbol, cuando tenemos la oportunidad de reunirnos. Todo lo que la gente ve en el terreno es muy serio, pero él no lo es".
En la cena en Tokio, cuando los Dodgers se dieron un banquete con atún, cangrejo, erizo de mar y otras clases de sushi, las estrellas japonesas que fueron responsables de organizar la comida no se dirigieron a todo el equipo, según sus compa?eros. El intérprete de Ohtani, Will Ireton, fue el que más habló, guiando a todos por la preparación de cada plato.
Fue muy característico de Ohtani y cómo elige llamar la atención de todo un grupo.
"No tienen que decir mucho. Lo hicieron con sus acciones", dijo el infielder venezolano de Los ?ngeles, Miguel Rojas, recalcando lo que Yamamoto había expresado días antes, "que es la parte más importante".