El Doctor L¨®pez
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Conversar con Pablo L¨®pez se puede convertir en la satisfacci¨®n gratis del d¨ªa. El lanzador venezolano de los Marlins de Miami es due?o de un hablar pausado, cordial y los temas de conversaci¨®n pueden ir desde b¨¦isbol, pasando por comidas t¨ªpicas venezolanas hasta¡ medicina e idiomas. S¨ª, Pablo L¨®pez puede hablar extensamente sobre medicina y el dominio de varias lenguas.
Resulta que ¡°Pach¨¦¡± (el resultado de la uni¨®n de la primera s¨ªlaba de Pablo y de ¡°Cheo¡±, por su segundo nombre, Jos¨¦) es un pelotero pol¨ªglota. Como lo leen. Adem¨¢s del obvio dominio de su lengua materna, el espa?ol, puede sostener un di¨¢logo en ingl¨¦s, portugu¨¦s e italiano. (?WAO!) Y ¡°culpa¡± por ello, a sus padres:
¡°Siempre voy a estar agradecido con mis padres, quienes se esforzaron por darme una educaci¨®n de calidad. Las escuelas donde hice mi primaria y secundaria ten¨ªan programas intensos de lenguas extranjeras y eso me permiti¨® adentrarme en el aprendizaje de varios de ellos¡±- nos cont¨® Pablo v¨ªa Zoom a trav¨¦s del podcast ¡°Llamada al bullpen¡±.
La educaci¨®n reviste una importancia vital para Pablo, quien considera que contar con una de calidad le permitir¨¢ al jugador de b¨¦isbol hacerse de una invaluable fortaleza mental. Igualmente, considera que para el pelotero latino es doblemente importante, sobre todo a la hora de adentrarse en la cultura y la idiosincrasia de otro pa¨ªs totalmente diferente al suyo.
¡°Necesita una fortaleza mental para enfrentarse a esos desaf¨ªos de una manera positiva y que eso le permita tener claras sus metas, a corto y a largo plazo¡±- nos expres¨® un extrovertido Pablo.
?Y a que no saben cu¨¢l es su apodo al interior del dugout de los Marlins? Sus compa?eros de equipo, encabezados por su compatriota Miguel Rojas, lo llaman ¡°Wikipedia¡±, porque afirman que el lanzador sabe de todos los temas.
¡°Ellos me dicen que yo debo ser muy aburrido en las fiestas, porque nunca los dejo echar una broma o hacer un cuento bien. Por eso el apodo no me gusta, porque es muy dif¨ªcil de mantener¡±- cont¨® Pablo entre risas.
Mientras Pablo crec¨ªa en su natal Cabimas, en Venezuela, quer¨ªa ser m¨¦dico, como sus padres. Su pap¨¢ Danny L¨®pez era m¨¦dico internista y su mam¨¢ Agnedis Serra, era especialista en patolog¨ªa. Se crio en ese ambiente y se la pasaba entre el hospital donde trabajaba su pap¨¢ y la cl¨ªnica donde ejerc¨ªa su mam¨¢. Le gustaba mucho y creci¨® con esa ilusi¨®n, la de ser un doctor como ellos, vestirse de bata blanca y con el estetoscopio en su cuello. Al terminar su educaci¨®n secundaria, fue aceptado en la Facultad de Medicina y tuvo la oportunidad de seguir los pasos de sus padres. Pero tambi¨¦n estaba el b¨¦isbol.
En el 2012, los Marineros de Seattle le extendieron una invitaci¨®n a Pablo para ser parte de la franquicia en el sistema de Ligas Menores, a la vez que la Universidad del Zulia (la misma donde estudiaron sus padres) hac¨ªa lo mismo para que se hiciera m¨¦dico. No fue una decisi¨®n f¨¢cil, sobre todo porque en el ¨¢mbito familiar la educaci¨®n jugaba un papel primordial. El b¨¦isbol era visto m¨¢s bien como un hobby. Entonces, Pablo se sent¨® con su padre y su hermana mayor y llegaron a la conclusi¨®n de que era el turno del b¨¦isbol, ¡°porque a medida de que los a?os pasan el cuerpo pierde fuerza y la mente la gana. Es un tren que pasa una sola vez y la universidad siempre va a estar ah¨ª. Mi pap¨¢ fue una pieza fundamental en esa decisi¨®n y me apoy¨® desde el primer d¨ªa¡±.
Sin embargo, Pablo sent¨ªa que deb¨ªa unir sus dos pasiones. Y por esa raz¨®n, ante la pregunta de que cu¨¢l especialidad prefer¨ªa dentro de la medicina, su respuesta no se hizo esperar: ¡°Cuando comenc¨¦ a adentrarme en el mundo de la medicina, me gustaba mucho la traumatolog¨ªa ortop¨¦dica, vinculada al mundo del deporte. B¨¢sicamente ser un doctor que pueda ayudar a un equipo deportivo¡±. As¨ª que Pablo le hizo una promesa a su familia: Eventualmente, regresar¨¢ a estudiar para obtener un t¨ªtulo universitario en cuanto termine su carrera activa en las Mayores.
As¨ª que ya lo sabe: Si en algunos a?os usted o alg¨²n miembro de su familia tiene que visitar al traumat¨®logo y la cara del m¨¦dico le resulta conocida, podr¨ªa tratarse del hoy lanzador abridor de los Marlins de Miami, Pablo L¨®pez. Entonces, no pierda la oportunidad de pedirle un aut¨®grafo, porque un pelotero-doctor no es algo que se encuentre uno todos los d¨ªas.