Vladimir Guerrero Jr.: ¡°Voy a ser un Azulejo para siempre¡±
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TORONTO -- La ¨²ltima vez que hicimos esto, Vladimir Guerrero Jr. todav¨ªa era un muchacho.
El 26 de abril del 2019, camin¨® por el largo t¨²nel hacia la conferencia de prensa previa a su debut vistiendo la camiseta de su padre. Ese d¨ªa vibraba con ansiedad y esperanza. Representaba lo que el nombre de Guerrero hab¨ªa sido y lo que podr¨ªa ser alg¨²n d¨ªa, pero apenas lo est¨¢bamos conociendo.
Incluso el concreto y el acero de esos viejos v¨ªdeos cuentan historias. El piso por el que caminaba Vladdy estaba desgastado, con sus l¨ªneas amarillas pintadas desprendi¨¦ndose. Las paredes estaban desnudas y eran aburridas, a¨²n no hab¨ªan sido demolidas, renovadas y repintadas para la era en la que vivimos ahora. A Guerrero le brillaba la cara al entrar al estadio, pero cuando subi¨® al podio y las c¨¢maras dejaron de hacer clic, se ve¨ªa como un joven de 20 a?os.
Guerrero se sent¨®, con los hombros encorvados y t¨ªmido, con la visera de su gorra tapando sus ojos. Al final de cada pregunta, miraba directamente a su izquierda buscando a su int¨¦rprete, H¨¦ctor Lebr¨®n, para escuchar la pregunta de nuevo en espa?ol, que respond¨ªa en voz baja.
Esta vez, vimos a un hombre subir al podio. Guerrero sali¨® junto al presidente y director ejecutivo Mark Shapiro, el gerente general Ross Atkins y el CEO de los Azulejos, Edward Rogers. Guerrero vest¨ªa un traje rosado, con su cadena de diamantes brillando sobre una camisa negra. Las trenzas que llevaba en el 2019 han desaparecido hace mucho tiempo. Se sent¨® en el podio esta vez, en una habitaci¨®n que se utilizaba como almac¨¦n del estadio hace seis a?os, y sonri¨®. Salud¨® a su familia y gui?¨® un ojo. Lanz¨® una sonrisa traviesa a sus compa?eros de equipo api?ados en la parte trasera de la sala.
Guerrero era due?o de cada cent¨ªmetro de esa habitaci¨®n. Adem¨¢s, este es el equipo de Guerrero, el estadio de Guerrero y la ciudad de Guerrero ahora. El muchacho que camin¨® por ese pasillo hace seis a?os se ha convertido en uno de los mejores bateadores del planeta, uno que acaba de firmar una extensi¨®n de 14 a?os y US$500 millones.
Esta vez, mientras Shapiro y Atkins hablaban, Guerrero se gir¨® hacia ellos y asinti¨®, su rostro mostrando cu¨¢nto significaban sus palabras para ¨¦l. Guerrero habla un ingl¨¦s excelente ahora, algo que le atribuye a su hija, ya que hablan ese idioma entre ellos en casa. Mirando alrededor de la habitaci¨®n, Guerrero no pod¨ªa dejar de sonre¨ªr.
¡°Siempre voy a recordar este d¨ªa¡±, dijo Guerrero. ¡°Ver a mi familia conmigo y ver a mis compa?eros de equipo conmigo, siento que esto es especial. No s¨¦ c¨®mo explicar c¨®mo me siento ahora mismo¡±.
Guerrero llam¨® a este su ¡°segundo hogar¡±. El amor que siente por Toronto, y por Canad¨¢, donde naci¨® mientras su padre jugaba para los Expos, es genuino. Es algo que los fan¨¢ticos de los Azulejos han anhelado escuchar de una superestrella durante casi 50 a?os. Muchos han llevado el t¨ªtulo de ¡°cara de la franquicia¡± a lo largo de los a?os, pero casi todos han venido de otro lugar o han dejado Toronto m¨¢s adelante en sus carreras. Vladdy puede ser el que se quede.
¡°Siempre pens¨¦ en esto. Siempre. Desde que firm¨¦ aqu¨ª, siempre pens¨¦ que iba a ser un Blue Jay para siempre¡±, dijo Guerrero. ¡°Eso es lo que pas¨® hoy. Gracias a Dios que lo hicimos. Voy a ser un Azulejo para siempre¡±.
Estos dos momentos en el podio capturan cu¨¢nto han cambiado Guerrero y la organizaci¨®n a su alrededor en solo seis a?os.
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Ahora es el momento de pensar en la pr¨®xima conferencia de prensa. No, no ser¨¢ para celebrar la primera victoria de Vladdy en la postemporada, que los fan¨¢ticos a¨²n est¨¢n esperando. Se trata de algo m¨¢s grande ahora.
¡°Tenemos 41 millones de fan¨¢ticos, Vlad, que est¨¢n hombro con hombro contigo, anim¨¢ndote¡±, coment¨® Rogers. ¡°Tenemos los fan¨¢ticos m¨¢s en¨¦rgicos y emocionantes de todas las Grandes Ligas, literalmente de costa a costa. Es extremadamente emocionante. Estamos comprometidos a ganar. Toronto merece un equipo de primera clase, un equipo en el que estamos invirtiendo y que tiene el potencial de alcanzar y ganar la Serie Mundial y traer la Serie Mundial de vuelta a Toronto¡±.
Si ese d¨ªa llega, recordaremos el 14 de abril de 2025 como si tambi¨¦n hubiera sido hace mucho tiempo. Si solo han pasado seis a?os desde que un Guerrero con cara de ni?o se sent¨® con los ojos muy abiertos en ese podio, ?c¨®mo se sentir¨¢n 14 a?os? ?Y c¨®mo te har¨¢n sentir esos 14 a?os?
Ya sea que la Serie Mundial regrese a Canad¨¢ o que alg¨²n d¨ªa se levanten sstatuas fuera de este estadio, celebrando momentos a¨²n no vistos, todo depende de ¨¦l. El adolescente que firm¨® con los Azulejos hace una d¨¦cada, el muchacho que entr¨® a este estadio hace seis a?os y el hombre que habl¨® con tanto orgullo el lunes, todo depende de ellos.