
BRADENTON, Florida -- Con sólo ver a David Matoma nadie imaginaría que este delgado lanzador derecho de 19 a?os, originario de Uganda, podría tener la recta más potente en el sistema de Ligas Menores de los Piratas. Probablemente tampoco lo pensarías después de mirarlo una segunda, tercera o cuarta vez.
No te preocupes, su propia velocidad lo ha sorprendido a él mismo en ocasiones. Durante un par de juegos de los Entrenamientos Primaverales en la República Dominicana el a?o pasado, estaba lanzando a alrededor de 97 mph. Esa velocidad ya es impresionante a tan corta edad y en ese nivel, pero cuando llegó a un juego profesional en la Florida Complex League, a nivel de novatos, miró el radar y vio 101 mph.
“Me alegró poder hacer que las cosas sucedieran”, dijo Matoma. “Tenía en mente que iba a darlo todo y lanzar con fuerza”.
Matoma está por iniciar su tercera temporada como profesional en el sistema de los Piratas, tras haber firmado como agente libre internacional en el 2023. Ha lanzado apenas 38.2 entradas, pero sus números han sido sobresalientes, con 42 ponches y sólo cuatro carreras permitidas (dos limpias) en 24 juegos entre la Liga de Verano Dominicana (DSL) y la Florida Complex League. Se espera que este a?o dé el salto a Bradenton (Clase-A baja) y comience a tener salidas de más de un inning, lo que podría marcar el inicio de su ascenso por los distintos niveles de los Piratas.
Aún no está claro cómo será ese ascenso, ya que no hay un precedente para un jugador como Matoma. Ningún pelotero nacido en Uganda ha llegado a las Grandes Ligas. El exinfielder de los Piratas, Gift Ngoepe, es el único jugador de MLB originario del continente africano. Matoma se mostró un poco tímido durante su entrevista en el Spring Breakout en Clearwater, Florida el viernes pasado, pero con orgullo compartió que subió 20 libras (9.1 kg) en la temporada baja, llegando ahora a 181 libras (82.1 kg). Mide seis pies (1.83 metros) y su físico es más similar al de un campocorto o incluso un futbolista —deporte que seguía antes de descubrir el béisbol a los 10 a?os— que al de un lanzador de poder.
El potencial está ahí. Por eso, MLB Pipeline lo ubicó como el prospecto número 30 de la organización y le otorgó una calificación de 70 a su recta. Para ponerlo en perspectiva, el único otro prospecto de los Piratas con una recta con calificación de 70 es Bubba Chandler. Si se le a?ade su gyro-slider y su splitter (recta cortada), Matoma tiene un repertorio que puede ser letal, sobre todo si su recta llega a convertirse en un lanzamiento de élite.
Pero todavía es un adolescente, aún tiene un físico delgado y apenas ha acumulado unos cuantos innings como profesional. Los Piratas han demostrado ser hábiles en el desarrollo de lanzadores bajo la dirección del gerente general Ben Cherington, pero Matoma representa un caso especial que requiere de un enfoque cuidadoso.

“Tanto como él está aprendiendo el juego, nosotros también estamos aprendiendo sobre él”, comentó Shawn Bowman, asistente de dirección de desarrollo de jugadores de los Piratas, quien fungió como manager en el Spring Breakout. “Su camino es tan poco tradicional que podemos aplicar los fundamentos del béisbol a casi todos, pero también tenemos que considerar a la persona que tenemos enfrente. Es un proceso de adaptación, observando lo que nos muestra y nos dice, al mismo tiempo que intentamos guiarlo de una manera que tenga sentido para él como individuo.
“Es difícil de definir con exactitud, pero sí, es un caso único. Lanzar a 100 mph y venir de Uganda es algo especial”.
Ser parte de su segundo Spring Breakout es una peque?a manera de ayudar a Matoma a prepararse para su ascenso. ?l entiende lo que significa compartir clubhouse con jugadores como Chandler, quien está muy cerca de llegar a las Grandes Ligas. Y aunque no lanzó en el juego, es una experiencia que recordará.
“Creo que esto te ayuda a motivarte a veces para lograrlo”, dijo Matoma.