Johan Santana comparti¨® su sabidur¨ªa en el campamento de los Mets
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PORT ST. LUCIE, Florida -- Unos d¨ªas antes de que Johan Santana llegara al campamento de los Mets, el manager Carlos Mendoza se enter¨® de que uno de los principales abridores del equipo, Sean Manaea, hab¨ªa crecido idolatrando al as venezolano. As¨ª que el tambi¨¦n venezolano Mendoza plane¨® una sorpresa con Santana, manteni¨¦ndolo apartado hasta que Manaea llegara a Clover Park el s¨¢bado. Cuando lo hizo, Santana se acerc¨® a su mesa en el desayuno y le extendi¨® la mano.
Manaea levant¨® la vista y vio a su h¨¦roe de la infancia frente a ¨¦l.
¡°El Sean de 13 a?os estaba alucinando¡±, dijo Manaea. ¡°El Sean de 33 a?os tambi¨¦n¡±.
M¨¢s tarde, ambos sostuvieron una larga conversaci¨®n sobre pitcheo, en la que Santana le explic¨® a Manaea c¨®mo lanzaba su emblem¨¢tico cambio de velocidad. Fue una charla interesante, pues en la actualidad, con los cambios divididos ¨C los cambios con efecto y los cambios lanzados a m¨¢s de 90 mph ¨C el cambio circular de Santana ¡ªllamado as¨ª por la forma que hacen el pulgar y el ¨ªndice sobre la pelota¡ª se ha vuelto un poco anacr¨®nico. Seg¨²n Manaea, los sistemas modernos de rastreo probablemente no le dar¨ªan mucho valor a ese lanzamiento.
Pero la confianza de Santana en su cambio, sumada a su capacidad para ejecutarlo con consistencia, lo convert¨ªan en un pitcheo devastador. Ese tipo de cualidades siguen siendo efectivas incluso hoy en d¨ªa.
¡°Creo en la evoluci¨®n¡±, dijo Santana. ¡°Pero todav¨ªa tienes que batear. Todav¨ªa tienes que correr. Todav¨ªa tienes que atrapar la pelota. Todav¨ªa tienes que lanzarla. ¡ Al final del d¨ªa, es un ser humano el que sube al mont¨ªculo a competir. Al final del d¨ªa, la esencia sigue siendo, creo, la misma.¡±
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Aunque los Mets invitan a exjugadores a Port St. Lucie cada a?o para servir como instructores invitados, Santana solo hab¨ªa desempe?ado ese rol con los Mellizos, nunca con los Mets. Pero a medida que sus hijos han crecido, Santana ha comenzado a pensar en la vida con un hogar vac¨ªo. Quiere involucrarse m¨¢s en el b¨¦isbol nuevamente, raz¨®n por la cual acept¨® la oferta de Mendoza para cruzar Florida desde su hogar en Fort Myers. Santana tiene la intenci¨®n de regresar el pr¨®ximo mes.
Adem¨¢s de trabajar con Manaea y David Peterson, los dos zurdos en la rotaci¨®n de Nueva York, Santana tambi¨¦n aprovech¨® este viaje para hablar con jugadores en el lado de Ligas Menores.
¡°Impactante¡±, fue la palabra que Mendoza us¨® para describir la visita. ¡°Cada vez que puedes contar con un jugador con su experiencia y conocimiento ¡ªno solo para Sean, sino para todos aqu¨ª en el campamento¡ª hay una raz¨®n por la que no solo nosotros, sino muchos equipos, lo hacen¡±.
M¨¢s adelante en la primavera, los exjugadores de los Mets Carlos Beltr¨¢n, Darryl Strawberry, Dwight Gooden, John Franco y David Wright se presentar¨¢n en el campamento, con todos excepto Wright ¡ªquien prefiere no uniformarse¡ª desempe?¨¢ndose como instructores invitados. A veces, este tipo de visitas pueden ser m¨¢s ceremoniales que otra cosa. Pero la de Santana no lo fue; ¨¦l realmente vino a ense?ar. A sus 45 a?os, no est¨¢ tan lejos de su ¨¦poca como lanzador en Grandes Ligas y se ha estado formando como un l¨ªder. En su tiempo libre, Santana es entrenador del equipo juvenil de b¨¦isbol de la secundaria de su hijo en Fort Myers.
La diferencia entre los jugadores de secundaria y los de Grandes Ligas, dijo el zurdo, es que los ligamayoristas en realidad tienden a escuchar.
¡°Es genial cuando los grandes simplemente comparten su conocimiento de esa manera¡±, coment¨® Manaea.
De cara al futuro, Santana no est¨¢ seguro de si le gustar¨ªa involucrarse con un equipo de manera m¨¢s formal, quiz¨¢s como coach de pitcheo. Lo que s¨ª sabe es que disfruta estar cerca del b¨¦isbol y conversar con los jugadores. Cree que su experiencia como dos veces ganador de Cy Young ¡ªadem¨¢s de ser el ¨²nico abridor de los Mets en lanzar un juego sin hit ni carrera ¡ª puede ser de gran ayuda.
Adem¨¢s, su pitcheo caracter¨ªstico nunca pasa de moda. Los cambios son casi tan antiguos como el juego mismo, aunque su forma y funci¨®n hayan evolucionado con los a?os.
¡°Tal vez¡±, dijo Manaea riendo, ¡°tendr¨¦ un buen cambio de velocidad este a?o¡±.