Hay casos en que cuando una pelota es golpeada con mucha fuerza y recorre una larga distancia, es com¨²n escuchar a los narradores decir algo como, "Esa pelota no ha ca¨ªdo todav¨ªa". Pero esa frase nunca hab¨ªa sido tan cierta como el martes en el Minute Maid Park, donde un doblete conectado por Shay Whitcomb literalmente no cay¨® nunca.
Esto se debi¨® a que, de alguna manera, la pelota qued¨® atascada en la parte alta de la cerca del jard¨ªn izquierdo-central, aunque no de la forma en que a veces ocurre algo similar en el baloncesto, cuando el bal¨®n se queda entre el tablero y el aro. La l¨ªnea de Whitcomb sali¨® de su bate a 108.5 millas por hora y encaj¨® a la perfecci¨®n en la reja, resultando de inmediato en un doble por regla.
Lo m¨¢s impresionante de esta peculiar jugada es que los Astros vivieron algo similar en otras dos ocasiones, ?esta misma semana!
El martes pasado, el cubano Yordan ?lvarez conect¨® un misil en una sesi¨®n de pr¨¢ctica que da?¨® la pizarra del Tropicana Field, lo que llev¨® al ca?onero a decir luego, "No voy a pagar esa cuenta". Unos d¨ªas despu¨¦s, ya con los Astros de vuelta en casa, el venezolano Jos¨¦ Altuve conect¨® una l¨ªnea a 108.4 mph que impact¨® en la pizarra manual del estadio.
La pelota del doble de Whitcomb fue finalmente bajada por algunos miembros del personal del equipo, que tuvieron que escalar la cerca para alcanzarla.