
Fue hace 47 a?os, en la v¨ªspera del a?o?1975, cuando el b¨¦isbol cambi¨® para siempre. Fue el d¨ªa en el que Jim ¡°Catfish¡± Hunter sali¨® de los Atl¨¦ticos de Oakland?luego de que un mediador llamado Peter Seitz decretara que los Atl¨¦ticos hab¨ªan violado el contrato de Hunter, por no pagarle el dinero que le deb¨ªan.?
En ese momento, Hunter ¨C uno de los mejores lanzadores de su generaci¨®n -- se convirti¨® en el primer agente libre del b¨¦isbol. Adi¨®s a lo viejo y bienvenido lo nuevo.?
Hunter firm¨® con los Yankees por cinco a?os y US$3.25 millones. Quiz¨¢s no se entend¨ªa a¨²n que el b¨¦isbol hab¨ªa cambiado para siempre?debido al decreto de Seitz, un a?o antes de que el propio Seitz?esencialmente?acabara con la cl¨¢usula de reserva, lo que ataba a los jugadores a sus equipos hasta que fueran dejados libres. Pero el b¨¦isbol?hab¨ªa cambiado para siempre, a?os?despu¨¦s?de que un valiente hombre llamado Curt?Flood?vio terminada su carrera cuando llev¨® la cl¨¢usula de reserva hasta la Corte Suprema de los Estados Unidos.
¡°Colgu¨¦ el tel¨¦fono¡±, dijo?Hunter cuando se enter¨® de la decisi¨®n, ¡°me?volte¨¦?hacia mi novia y le dije: ¡®No pertenezco a nadie¡¯¡±.
Eventualmente, Hunter lanzar¨ªa en tres Series Mundiales con los Yankees, luego de ganar tres campeonatos consecutivos entre 1972 y 1974 con Oakland antes de su llegada a Nueva York. Mucho despu¨¦s, se convirti¨® en otro jugador de los Yankees afectado por ALS, misma enfermedad que caus¨® el fallecimiento de Lou Gehrig, a?los 53 a?os.
Pero luego de?hacer?historia en Oakland ¨C en el Cl¨¢sico de Oto?o y con cuatro temporadas seguidas con 20 victorias ¨C Hunter hizo otro tipo de historia?fuera?del terreno en la v¨ªspera del a?o nuevo, cuando la gran noticia estuvo a la altura de la bajada de la bola en Times?Square.?
Probablemente Hunter no sab¨ªa que estaba cambiando al mundo debido a que?un mediador anunci¨® un decreto a su favor. Pero eso fue exactamente lo que pas¨®.
El dinero por el?que?acord¨® Hunter aquella noche en las viejas oficinas administrativas de los Yankees (en Flushing, Queens)?parece poco en?comparaci¨®n?a lo que negocian los agentes libres en la actualidad. Pero era un monto bien alto para entonces, terminando lo que el New York Times llamo ¡°la guerra de subastas m¨¢s celebrada?en la historia estadounidense¡±.
Todo porque aquel hombre de Carolina del Norte no pertenec¨ªa legalmente a nadie, luego de que la sentencia le permitiera dejar a los Atl¨¦ticos de Charlie Finley y tomar sus propias decisiones sobre?con qui¨¦n?lanzar.
Una de las partes m¨¢s ir¨®nicas de esta historia ¨C y de suma importancia para el b¨¦isbol -- es que a pesar de que fue el comienzo de un?proceso?que utiliz¨® George Steinbrenner para cambiar el deporte, es que el propio Steinbrenner fue suspendido del?deporte?en ese entonces?por contribuciones ilegales a la campa?a presidencial de Richard Nixon (una penalidad que luego fue perdonada). Entonces, el presidente de los Yankees?en el momento era Gabe Paul, el hombre que?llev¨® las negociaciones. Pero antes de empezar a cumplir su suspensi¨®n, Steinbrenner le dijo a Paul lo siguiente:
¡°Cada?vez?que tengas la oportunidad de obtener el control de un jugador a cambio de dinero en efectivo, ve por ello¡±.
No pas¨® mucho tiempo?para que?Steinbrenner retomara?el mando de los Yankees y comenzara a lanzar dinero por todas partes, firmando al antiguo compa?ero de Hunter en los Atl¨¦ticos, Reggie Jackson, por cinco a?os y US$3.5 millones.
Jackson continu¨® ganando en Nueva York de la misma manera en la que?junto?a Hunter ¨C a quien Jackson describi¨® en una ocasi¨®n como el ¡°jefe¡± de aquellos Atl¨¦ticos --?llevaron esos tres t¨ªtulos de Serie Mundial a Oakland. Jackson quer¨ªa estar en Nueva York, en el escenario del Yankee Stadium, de la misma manera?en la?que antes lo quiso Hunter.
¡°Creo que hubo ofertas mayores¡±, dijo Hunter tras firmar el contrato, ¡°pero no importa cu¨¢nto dinero me hubiesen ofrecido, si quieres ser un Yankee, no lo piensas¡±.?
As¨ª, los Yankees superaron a los Piratas, Dodgers, Padres, Reales, Expos y Cleveland en la puja?por Hunter. El monticular tuvo problemas en el brazo en Nueva York y fue diagnosticado con diabetes. Ocasionalmente luci¨®?como el lanzador que tuvo r¨¦cord de 88-35 en sus ¨²ltimas cuatro campa?as en Oakland.
Hunter ten¨ªa temor de ver su carrera terminada en el verano de 1978, debido a problemas en el hombro. Luego, se someti¨® a un procedimiento de 10 minutos de ¡°manipulaci¨®n del hombro¡± y, una vez m¨¢s, Hunter pudo alcanzar su nivel.
Regres¨® a los Yankees en ese julio, cuando?el club?a¨²n estaba 13 juegos por debajo de los Medias Rojas en el Este de la Liga Americana. Si no era la?versi¨®n?antigua de Hunter, era una bien cerca. No hay manera?de que Nueva?York hubiese alcanzado a Boston durante?aquel?inolvidable verano--que termin¨® con el club ganando su segunda Serie Mundial en fila--sin?un Hunter lanzando en la manera en la que lo hizo.
Hunter tuvo r¨¦cord de 2-9 con efectividad de 5.31 en 19 aperturas en 1979, antes de retirarse a sus 33 a?os. De todas maneras, finaliz¨® el contrato que recordamos hoy, porque fue un pacto digno de rememorar.