NUEVA YORK -- Unas horas antes de la victoria de los Mets por 10-5 sobre los Marlins el martes, el jardinero Tyrone Taylor sali¨® del clubhouse vistiendo una camiseta y pantalones de b¨¦isbol arremangados hasta las rodillas. Observ¨® el terreno, donde varios jugadores tomaban pr¨¢ctica de bateo vestidos con capas m¨¢s gruesas. Uno de ellos, el venezolano Francisco ?lvarez, llevaba un conjunto deportivo negro y un pasamonta?as que le cubr¨ªa todo menos los ojos.
¡°Caray¡±, exclam¨® Taylor. ¡°Creo que estoy un poco mal vestido¡±.
No fue el juego m¨¢s fr¨ªo en la historia del Citi Field, ni el m¨¢s ventoso. Pero la combinaci¨®n de esos factores ¡ª43 grados Fahrenheit al momento del primer lanzamiento, con vientos provenientes del oeste a 19 mph y r¨¢fagas a¨²n m¨¢s intensas¡ª s¨®lo se hab¨ªa presentado una vez desde la apertura del estadio en 2009. Seg¨²n el Servicio Meteorol¨®gico Nacional, la sensaci¨®n t¨¦rmica en Queens estaba en los 30 grados al inicio del juego y fue descendiendo a lo largo de la tarde. Por eso, los Mets adelantaron el inicio del juego de su horario original de las 7:10 p.m. ET a las 4:10 p.m.
En teor¨ªa, eso deb¨ªa facilitar las cosas¡ aunque no significa que fueran f¨¢ciles. El viento influy¨® durante toda la tarde, permitiendo que Xavier Edwards abriera el juego con un elevado que, seg¨²n las estad¨ªsticas de batazos, ten¨ªa apenas un 2% de probabilidad de convertirse en hit. El dominicano Juan Soto probablemente no estuvo de acuerdo, ya que la bola se le escap¨® de alcance y cay¨® para sencillo.
Dos innings m¨¢s tarde, los Mets empataron gracias a otro elevado de Pete Alonso que tambi¨¦n cay¨® para un doble impulsor. As¨ª fue el juego: de ida y vuelta, hasta que los Mets lo rompieron con siete carreras entre el quinto y el sexto episodio. Brandon Nimmo peg¨® un doble de dos carreras. Starling Marte agreg¨® un sencillo de dos rayitas. Y despu¨¦s de que los Marlins le dieran pasaporte intencional a Soto para llenar las bases, Alonso se cobr¨® la revancha con un doble de tres carreras que asegur¨® la sexta victoria consecutiva para Nueva York.
Luego, todos se apresuraron a volver al interior para entrar en calor.
¡°No tuvimos excusas¡±, dijo Alonso. ¡°S¨ª, hace fr¨ªo. S¨ª, est¨¢ ventoso. ?Y qu¨¦? Tenemos que salir, ponernos el uniforme y salir a ganar el juego¡±.
Ese d¨ªa no hubo h¨¦roes enfrentando el fr¨ªo en mangas cortas. La mayor¨ªa de los jugadores llevaban ropa t¨¦rmica, algunos incluso con cubrebocas. Francisco Lindor se puso una sudadera con capucha debajo del uniforme, y en un momento incluso cubri¨® su gorra con la capucha. Mark Vientos pas¨® la tarde alcanzando constantemente una especie de calentador de manos estilo mariscal de campo adherido a la parte trasera de su camiseta. Durante un cambio de lanzador, Soto se dirigi¨® a la zona cubierta del bullpen.
¡°Me caen bien esos muchachos¡±, coment¨® Soto entre risas. ¡°Me gusta hablar con ellos¡±.
En el dugout, los jugadores de banca llevaban chaquetas voluminosas que cubr¨ªan el uniforme. Los aficionados en las gradas iban abrigados con parkas y mantas, luchando contra el viento para mantener sus capuchas en su sitio. En la cuarta entrada, el reportero de campo de SNY, Steve Gelbs, recorri¨® las gradas repartiendo chocolate caliente.
El clima, naturalmente, fue el tema m¨¢s popular del d¨ªa. En la comodidad del clubhouse con calefacci¨®n antes del juego, los jugadores vieron a los Yankees y Tigres jugar en las fr¨ªas condiciones de Detroit, sabiendo que pronto les tocar¨ªa a ellos.
¡°Es m¨¢s mental que otra cosa¡±, manifest¨® el relevista Ryne Stanek. ¡°Las condiciones f¨ªsicas son las que son¡ Creo que mucho de esto se trata de mentirse a uno mismo y decirse que no hace fr¨ªo¡±.
Stanek creci¨® en Kansas, donde su equipo de secundaria a menudo ten¨ªa que jugar en medio del fr¨ªo, el viento e incluso la nieve. Un clima como este, dijo, tiende a energizarlo.
¡°Una vez que empiezas a moverte¡±, se?al¨® Stanek, ¡°ya no se siente tan mal¡±.
El abridor Clay Holmes, por otro lado, es originario de Alabama y rara vez jug¨® en fr¨ªo antes de convertirse en profesional. Sin embargo, el clima no pareci¨® afectarlo mucho el martes, ya que ponch¨® a m¨¢s de diez bateadores por primera vez en su carrera.
Para el sexto inning, Holmes ya estaba fuera del juego y en camino a llevarse la victoria, viendo desde el clubhouse c¨®mo Soto y Alonso hac¨ªan lo suyo.
¡°Este pudo haber sido un juego f¨¢cil para simplemente dejarse llevar, poner excusas, pero no lo hicimos¡±, culmin¨® Alonso. ¡°Creo que fue un partido con un gran mensaje para nosotros¡±.