?stos ser¨ªan los factores en un repunte de Puig
El cubano Yasiel Puig se dej¨® sentir tan pronto puso un pies en las Grandes Ligas con los Dodgers en junio del 2013, arrancando su carrera a un ritmo arrollador con el que ayud¨® entonces al club a ganar el primero de lo que ahora son siete t¨ªtulos divisionales corridos. Ese a?o, el toletero dej¨® una l¨ªnea de .443/.473/.745 en sus primeros 27 juegos en la Gran Carpa y al finalizar la temporada termin¨® segundo en la votaci¨®n del Novato del A?o de la Liga Nacional --que ganar¨ªa su compatriota Jos¨¦ Fern¨¢ndez¡ªa pesar de disputar s¨®lo 104 compromisos.
La campa?a siguiente, Puig asisti¨® al Juego de Estrellas y termino entre los mejores 10 de la Liga Nacional en varias categor¨ªas. Al finalizar esa temporada 2014 con 23 a?os, ya ten¨ªa casi 10 WAR (versi¨®n Baseball-Reference) y 151 151 OPS+ (100 es promedio) en sus primeros 252 compromisos en MLB:
Sin embargo, Puig no pudo mantener ese nivel y desde entonces su producci¨®n ha venido en bajada. No tiene por qu¨¦ extra?ar entonces que pese a su estatus de celebridad y los memorables momentos protagonizados, el ahora agente libre no ha recibido mayor inter¨¦s en el mercado.
Podr¨ªa ser tentador tratar de unir el baj¨®n en los n¨²meros de Puig desde el 2014 a algunas de sus actitudes en el terreno y su reputaci¨®n fuera de ¨¦l. Pero una mirada a los fr¨ªos n¨²meros revela dos factores que han afectado al cubano. Si es capaz de corregir uno, o ambos, su pr¨®ximo equipo podr¨ªa beneficiarse mucho.
Batear la recta
Hay dos tendencias llamativas e interrelacionadas que se han desarrollado a lo largo de la carrera de Puig. Desde su temporada de novato, le han venido lanzando cada vez m¨¢s recta y su producci¨®n ante ese tipo de env¨ªos ha venido en picada.
Desde el 2015, Puig ha visto la octava tasa m¨¢s elevada de rectas (65.8%) entre los 281 bateadores que han recibido m¨¢s de 5,000 pitcheos. Su .339 de wOBA (una versi¨®n del OBP que toma en cuenta el tipo de hits que da un jugador, y no simplemente si se embas¨®) durante ese lapso est¨¢ por debajo del promedio de MLB (.347) y se ubica en el ¨²ltimo cuarto de los 290 bateadores con al menos 750 viajes al plato.
Si queremos ver el vaso medio lleno, hay que apuntar que a Puig le ha ido muy bien ante pitcheos secundarios, comparado con el resto de la liga. Su wOBA de .350 ante env¨ªos lentos y rompientes desde 2017 es el 13ro mejor en MLB (m¨ªnimo 250 viajes al plato), por delante de estrellas como Nolan Arenado, Freddie Freeman, Mookie Betts y Anthony Rendon. No es s¨®lo que los lanzadores est¨¢n atacando el punto d¨¦bil de Puig tir¨¢ndole rectas, sino tambi¨¦n est¨¢n evitando tirarle los pitcheos ante los que es m¨¢s peligroso.
Por un lado, el uso de env¨ªos rompientes est¨¢ en alza a lo largo de las Mayores, y Puig quiz¨¢s puede combatirlos mejor que la mayor¨ªa. Por el otro, los pitchers tambi¨¦n est¨¢n tirando cada vez con m¨¢s frecuencias rectas de cuatro costuras en la parte alta de la zona, un tipo de lanzamientos que le ha hecho particularmente da?o a Puig, cuya producci¨®n ante esos pitcheos en las ¨²ltimas cinco temporadas est¨¢ entre las peores en el juego (.210 de promedio, .365 de slugging y .280 de wOBA).
Hacer ajustar a nivel de Grandes Ligas no es f¨¢cil, pero si Puig es capaz de encontrar la forma de batallar contra ese plan de ataque podr¨ªa dar un gran paso para reencontrar buena parte del valor que ha perdido como toletero.
?Rezarles a los reyes del BABIP?
La explosiva producci¨®n de Puig al principio de su carrera estuvo potenciada por un promedio de .366 en bolas puestas en juego, uno de los mejores en las Grandes Ligas durante ese lapso. Pero Puig no ha podido repetir ese tipo de ¨¦xito, a pesar de que su contacto y tasas de ponches han permanecido bastante estables. Su BABIP durante las ¨²ltimas cinco temporadas es de .294, un poco por debajo del promedio de MLB.
Statcast no hizo su debut sino hasta 2015, y aunque la velocidad de Puig se ha mantenido firme desde entonces (cerca del 20% de los jugadores m¨¢s r¨¢pidos), no sabemos si era a¨²n m¨¢s veloz durante sus primeros dos a?os. Quiz¨¢s sufri¨® un baj¨®n entre 2014 y 2015, y efectivamente la cantidad de hits dentro del cuadro de Puig ha disminuido.
Ser capaz de recuperar algo de rapidez trabajando durante la temporada muerta ciertamente no har¨ªa ning¨²n da?o. Pero el camino m¨¢s expedito hacia una mejor¨ªa es quiz¨¢s la forma en la que le est¨¢ pegando a la bola.
Durante las ¨²ltimas cinco temporadas, se ubica en el 10% m¨¢s bajo entre los bateadores de MLB en t¨¦rminos de hacer contacto con un ¨¢ngulo de salida de entre ocho y 32 grados, un rango que produjo un promedio cercano de .600 en el citado lapso.
Si el pr¨®ximo equipo de Puig es capaz de ajustar su swing o su plan de ataque, el patrullero podr¨ªa convertir algunos rodados, elevados altos y globitos en l¨ªneas, mejorando as¨ª su promedio en las bolas puestas en juego.
Nada de esto es f¨¢cil, pero trat¨¢ndose de un jardinero del que se espera ofensiva, Puig necesita que su bate juegue un rol m¨¢s importante del que ha venido jugando ¨²ltimamente en su carrera. Uno o dos ajustes en el plato podr¨ªan ayudarlo a alcanzar esa meta y recuperar su valor para cuando vuelva al mercado libre.