TOKIO -- Ichiro Suzuki encarna todo lo esencial del b¨¦isbol, pero es mucho m¨¢s que eso en Jap¨®n.
En su pa¨ªs, es una fuente de orgullo nacional, al igual que Shohei Ohtani ahora. Sus triunfos al otro lado del Pac¨ªfico brindaron alegr¨ªa a la naci¨®n cuando la econom¨ªa de Jap¨®n se tambaleaba durante las llamadas d¨¦cadas perdidas de los a?os 90 y hasta los 2000.
¡±San¨® las heridas de la identidad nacional de Jap¨®n¡±, dijo Kiyoteru Tsutsui, profesor de sociolog¨ªa en la Universidad de Stanford, a The Associated Press.
El martes, se espera que sea el primer jugador japon¨¦s elegido para el Sal¨®n de la Fama del B¨¦isbol, y posiblemente solo el segundo jugador elegido por unanimidad despu¨¦s del cerrador de los Yankees de Nueva York, Mariano Rivera.
Ichiro debut¨® en las Grandes Ligas en 2001 con los Marineros de Seattle, convirti¨¦ndose en el primer jugador de posici¨®n japon¨¦s en cruzar el Pac¨ªfico. Fue una estrella instant¨¢nea. El lanzador zurdo Hideo Nomo lo precedi¨®, y Hideki Matsui lleg¨® justo despu¨¦s, ambos impulsando la confianza del pa¨ªs en un per¨ªodo de malestar nacional.
Tsutsui calific¨® a Ichiro como un ¡°gran exportador cultural¡±, similar a Hello Kitty, el sushi, el manga y otras creaciones de Jap¨®n.
¡°No ser¨ªa una exageraci¨®n decir que Ichiro representa la transici¨®n de Jap¨®n de un animal econ¨®mico sin rostro a un productor de ¨ªconos culturales globales¡±, dijo Tsutsui.
Hab¨ªa algo en Ichiro para cada fan¨¢tico del ¡®yakyu¡¯ Ichiro comenz¨® a jugar b¨¦isbol a los 7 a?os en un equipo de peque?as ligas cerca de Nagoya, en el centro de Jap¨®n. Claro, el b¨¦isbol es b¨¦isbol, pero la cultura alrededor del juego, conocida como ¡°yakyu¡± es especial.
Fue impulsado por su padre, Nobuyuki Suzuki, y se desarroll¨® a trav¨¦s de lo que a menudo se describe como un riguroso sistema de entrenamiento de b¨¦isbol que algunos vinculan con las artes marciales e incluso con la historia de los samur¨¢is.
Ichiro se afianz¨® en las mayores, lo que encajaba con la marca del pa¨ªs como ¡°Jap¨®n Cool¡±. En el camino, se encontr¨® con la presi¨®n en Jap¨®n de conformarse, expresada en el dicho ¡°deru kugi wa utareru¡±.
En ingl¨¦s aproximadamente: ¡°El clavo que sobresale se martilla hacia abajo¡±.
¡°Los j¨®venes acud¨ªan en masa a verlo porque ve¨ªan su esp¨ªritu rebelde de hacerlo a su manera¡±, escribi¨® en un correo electr¨®nico William Kelly, profesor em¨¦rito de estudios japoneses en la Universidad de Yale. ¡°Los fan¨¢ticos mayores se sent¨ªan atra¨ªdos por su seriedad de prop¨®sito y su fuerza de concentraci¨®n¡±.
Ichiro desarroll¨® su singular estilo de bateo muy temprano, levantando su pierna derecha y casi corriendo hacia la primera base antes de hacer el contacto con la bola. A pesar de que en Jap¨®n le repet¨ªan que lo cambiara, ¨¦l se neg¨®.
Su nombre de pila, Ichiro -- ¡®ichi¡¯ significa ¡°uno¡± en japon¨¦s -- comenz¨® a aparecer en la parte trasera de su camiseta en 1994 con los Orix BlueWave. Suzuki es un apellido muy com¨²n, y el manager Akira Ohgi quer¨ªa destacar a Ichiro para llamar la atenci¨®n.
¡°Veo a Ichiro como un artista, un artesano¡±, dijo Shimpei Miyagawa, profesor asistente en la Universidad de Temple en Jap¨®n. ¡°El punto es que Ichiro es alguien que destaca tanto por su talento singular como por su longevidad en un juego que ir¨®nicamente se juega como un deporte de equipo¡±.
Un japon¨¦s, Miyagawa ense?¨® en una escuela secundaria en Massachusetts y recuerda a los estudiantes usando camisetas de Ichiro, en el coraz¨®n del territorio de los Medias Rojas de Boston.
¡°Para m¨ª eso dice mucho sobre el avance cultural¡±, dijo Miyagawa.
Ver a Ichiro por televisi¨®n era imperdible en Jap¨®n. Los juegos de Ichiro se mostraban en vivo cuando comenz¨® a jugar con los Marineros.
Nomo tuvo un efecto similar cuando debut¨® con los Dodgers de Los ?ngeles en 1995. Ichiro super¨® ese nivel de inter¨¦s, escribi¨® Robert Whiting en su libro ¡°The Samurai Way of Baseball¡±.
¡°Ichiro fue el primero en aparecer en el centro de atenci¨®n todos los d¨ªas: un japon¨¦s delgado entre musculosos, impulsando a sus grandes compa?eros de equipo estadounidenses hacia la victoria, y el p¨²blico simplemente no pod¨ªa tener suficiente¡±, escribi¨®.
Whiting escribi¨® que pocos japoneses hab¨ªan visto mucho de Ichiro cuando jug¨® en Jap¨®n para los BlueWave en la ciudad occidental de Kobe.
¡°Su rostro adornaba vallas publicitarias por todo Jap¨®n. Sin embargo, casi siempre jugaba ante gradas medio vac¨ªas, en juegos que casi nunca se transmit¨ªan a nivel nacional¡±, indic¨®.
Ichiro ingresar¨¢ al Sal¨®n de la Fama como el l¨ªder de todos los tiempos en hits en el b¨¦isbol profesional con 4.367 (3.089 en MLB y 1.278 en Jap¨®n), incluso m¨¢s que los 4.256 de Pete Rose. Rompi¨® la marca de hits en una temporada de George Sisler, de 257 en 2004. La nueva marca es 262.
Jug¨® sus ¨²ltimos dos juegos en 2019 en el Domo de Tokio contra los Atl¨¦ticos, de 5-0 para los Marineros, y luego retir¨¢ndose a los 45 a?os.
¡°Realmente quer¨ªa jugar hasta los 50", dijo despu¨¦s de su ¨²ltimo juego. ¡°Pero no pude hacerlo. Pero fue una forma de motivarme. Si nunca hubiera dicho eso, no creo que hubiera llegado tan lejos¡±.
Ahora, a los 51 a?os, Ichiro sigue en plena forma. Ichiro hizo noticia mundial hace poco m¨¢s de un a?o cuando rompi¨® una ventana con un jonr¨®n de 426 pies mientras ense?aba t¨¦cnicas de bateo a estudiantes en una escuela secundaria japonesa.
Gran parte de la vida temprana de Ichiro est¨¢ documentada en la modesta Sala de Exposiciones Ichiro en su ciudad natal de Toyoyama. Est¨¢ situada en una zona residencial, un edificio discreto de cuatro pisos; un santuario lleno de recuerdos de Ichiro.
Solo est¨¢ abierto los fines de semana y seguramente se volver¨¢ popular a medida que se acerque la ceremonia de exaltaci¨®n de este verano en Cooperstown. Un marcador que gu¨ªa a los turistas a la oficina est¨¢ adornado con una silueta de Ichiro bateando con la mano izquierda, con su pierna derecha levantada mientras comienza su swing.
La llamada de Ichiro a Cooperstown llega en medio de un aumento del talento japon¨¦s. El b¨¦isbol fue introducido en las escuelas de Jap¨®n en 1872 por un profesor estadounidense, y muchos lo han utilizado para medir el avance del pa¨ªs hacia la modernizaci¨®n despu¨¦s de siglos de aislamiento del Occidente.
La consagraci¨®n de Ichiro en el Sal¨®n de la Fama coincide con un aumento de jugadores japoneses brillando en MLB. Ohtani es un talento singular en la historia del deporte, y ¨¦l fue uno de una docena de exportaciones japonesas en las mayores la temporada pasada, incluyendo a Yu Darvish, Shota Imanaga y Yoshinobu Yamamoto.
¡°Ichiro y Ohtani reciben tanto respeto de sus colegas y del p¨²blico por igual porque est¨¢n enfocados en perfeccionar sus artes¡±, escribi¨® Tsutsui.
Roki Sasaki, el prodigio que anunci¨® el viernes que dejaba Jap¨®n para unirse a Ohtani en la rotaci¨®n de los Dodgers, contin¨²a la evoluci¨®n.
¡°La votaci¨®n para el Sal¨®n de la Fama culmina ese proceso¡±, agreg¨® Tsutsui. ¡°Y muchos japoneses acogen el reconocimiento de que ¨¦l es uno de los mejores jugadores que jam¨¢s haya jugado en las mayores¡±.