Josh Gibson, leyenda indiscutible del b¨¦isbol
Este art¨ªculo se public¨® originalmente en LasMayores.com en febrero del 2021
Josh Gibson nunca recibi¨® la oportunidad de jugar en las Grandes Ligas, pero dej¨® un legado imborrable en la historia del b¨¦isbol.
Una inconmensurable presencia tanto detr¨¢s del plato como al bate, Gibson es considerado uno de los m¨¢s temibles toleteros que haya pisado un diamante. Una estrella de las Ligas Negras en las d¨¦cadas antes de la integraci¨®n racial, Gibson aterroriz¨® a los lanzadores dondequiera que jug¨®, incluyendo a lo largo de Latinoam¨¦rica en la pelota invernal.
Aqu¨ª est¨¢n algunos puntos claves a conocer sobre Gibson, quien naci¨® un d¨ªa como hoy hace 110 a?os (21 de diciembre de 1911) y fue exaltado al Sal¨®n de la Fama en 1972.
? En el curso de la historia del b¨¦isbol, ?cu¨¢ntos fan¨¢ticos sentados en las gradas han gritado que ellos lo har¨ªan mejor que el ¡®maleta¡¯ ese en el terreno, si tan solo se le diera la oportunidad? Muy pocos, si es que hay alguno, han estado en lo cierto. Pero alguien saliendo de las gradas y convirti¨¦ndose en estrella quiz¨¢s no sea algo sin precedentes.
En 1930, cuenta la historia, Gibson estaba viendo un partido en el que el receptor de los Homestead Grays, Buck Ewing, sufri¨® una lesi¨®n. Gibson, de s¨®lo 18 a?os, pero ya con una reputaci¨®n bien ganada en juegos semiprofesionales, fue llamado como reemplazo. Y as¨ª naci¨® una grandiosa carrera como beisbolista.
? Gibson se gan¨® el sobrenombre de ¡°el Babe Ruth negro¡± y como el gran Bambino, sus prodigiosos ca?onazos eran legendarios. Eso es tanto en t¨¦rminos de la distancia que recorr¨ªan los batazos como en su cuestionable veracidad. ?De verdad Ruth anunci¨® en pleno turno que iba a dar un jonr¨®n? ?Realmente peg¨® un ca?onazo de 587 pies durante la pretemporada en Tampa, Florida? Nunca lo sabremos a ciencia cierta, pero es divertido creer que s¨ª ocurrieron.
El mito alrededor de Gibson es aun mayor, debido al hecho de que sus proezas fueron en las Ligas Negras, donde los datos oficiales son limitados debido entre otras cosas a los cambiantes calendarios y la variedad de competidores. Hay muchas historias de c¨®mo Gibson hac¨ªa lucir peque?o el viejo Yankee Stadium, supuestamente conectando un batazo de 580 pies hasta lo m¨¢s alto de las gradas, o sacando la bola del parque completamente. Puede que haya algo de exageraci¨®n en esos cuentos, como sol¨ªa ocurrir con los eventos anteriores a la llegada de las transmisiones modernas de televisi¨®n y la anotaci¨®n oficial. Pero no hay dudas de que Gibson pod¨ªa triturar la pelota.
? Una importante diferencia entre Ruth y Gibson: Todo el mundo sabe el n¨²mero exacto de cuadrangulares del Bambino en su mejor temporada (60) y de por vida (714) en las Mayores. Nadie sabe cu¨¢ntas pelotas sac¨® Gibson durante su ilustre carrera. En su placa del Sal¨®n de la Fama se lee que ¡°dio casi 800 jonrones entre ligas y circuitos independientes durante su carrera de 17 a?os¡±, aunque s¨®lo un peque?o porcentaje de esos n¨²meros son oficiales. Otros estimados son menores o mayores ¨C incluyendo por encima de los 1,000 ¨C pero el n¨²mero real es un misterio.
? El ya fallecido Buck O¡¯Neil estuvo toda su vida en el mundo del b¨¦isbol, incluyendo como jugador y manager en las Ligas Negras, y coach y scout en la Gran Carpa. O¡¯Neil dijo varias veces en entrevistas que hab¨ªa cierto sonido ¨C de la pelota chocando con la madera ¨C que escuch¨® unas pocas veces. El primero fue de Ruth. El segundo de Gibson. Y O¡¯Neil no lo volvi¨® a escuchar hasta que Bo Jackson entr¨® en escena en los a?os 80.
¡°Extraordinario bateador. El mejor bateador que he visto¡±, le dijo O¡¯Neil al documentalista Ken Burns. ¡°Ten¨ªa el poder de Ruth y la habilidad bateadora de Ted Williams. ?se era Josh Gibson. Hubiese tenido una tremenda carrera (en las Grandes Ligas). Hubiese reescrito los libros de r¨¦cords en lo que a jonrones respecta¡±.
? O¡¯Neil estaba lejos de ser el ¨²nico de los jugadores ¨C tanto en las Ligas Negras como en las Mayores ¨C que ten¨ªan al ca?onero en alt¨ªsima estima. Satchel Paige, quien pas¨® mucho tiempo en la lomita tanto de las Ligas Negras como las Mayores ¨C dijo lo siguiente: ¡°Josh fue el m¨¢s grande de los bateadores a los que me enfrent¨¦¡±. Otro miembro del Sal¨®n de la Fama, el receptor Roy Campanella, describi¨® as¨ª la forma en la que Gibson lo oblig¨® a trasladarse a la tercera base cuando jugaron juntos: ¡°Todo lo que yo pod¨ªa hacer, Josh pod¨ªa hacerlo mejor¡±. El legendario lanzador ligamayorista Walter Johnson, lament¨¢ndose de que Gibson no pudiera jugar en las Grandes Ligas, expres¨® lo siguiente: ¡°Puede hacer de todo. Batea la bola lej¨ªsimo. Domina la receptor¨ªa con tal facilidad que pareciera estar sentado en una mecedora. Tiene un rifle de brazo¡±.
? En la vida de Gibson tampoco falt¨® tragedia, y no s¨®lo por su exclusi¨®n de las Mayores. La joven esposa de Gibson, Helen, muri¨® mientras daba a luz a mellizos en 1930, justo antes de que la carrera de Gibson despegara.
Gibson, quien sufri¨® un tumor cerebral entre otros problemas de salud, muri¨® de un derrame cerebral poco despu¨¦s de cumplir 35 a?os en 1947. Menos de tres meses despu¨¦s de que falleciese, Jackie Robison debut¨® con los Dodgers de Brooklyn, rompiendo la barrera racial y disparando as¨ª una nueva era en el deporte. Pero Gibson, lastimosamente, no pudo verlo.