
Edgar Hern¨¢ndez estaba comprometido con el b¨¦isbol, llegando a integrar la alineaci¨®n de los Metropolitanos de La Habana en la Serie Nacional de B¨¦isbol de Cuba. Sin embargo, sus hijos gemelos -- Omar y Frank ¨C prefer¨ªan el f¨²tbol.
Pero una oportunidad de trabajo llev¨® a Hern¨¢ndez y a su familia a Espa?a. Fue en el Viejo Continente, en su nueva ciudad de Catalu?a -- casa del legendario club de f¨²tbol Barcelona -- que sus hijos finalmente comenzaron a practicar el b¨¦isbol.
¡°Ellos llegaron a un pa¨ªs donde el f¨²tbol es el rey de los deportes, pero tambi¨¦n el f¨²tbol aqu¨ª era un poco m¨¢s caro¡±, le dijo Hern¨¢ndez padre a MLB.com. ¡°Eran buenos (para el f¨²tbol) cuando jugaban en Cuba, pero luego llegaron a Espa?a y se dieron cuenta de que hab¨ªa demasiada competencia¡±.
Luego de que Edgar asumi¨® el puesto de entrenador con los Viladecans, un equipo de la Divisi¨®n de Honor de B¨¦isbol de Espa?a, les fue f¨¢cil a los hermanos Omar y Frank tomar un bate y un guante.
¡°No era la primera vez que jug¨¢bamos b¨¦isbol, porque en Cuba lo jug¨¢bamos a menudo en las calles¡±, record¨® Omar. ¡°Es el deporte nacional (de Cuba); por lo tanto, siempre jug¨¢bamos y atrap¨¢bamos la bola y todo eso¡±.
Al final, la decisi¨®n termin¨® siendo la m¨¢s acertada: En la actualidad, Omar juega con Quad City River Bandits, sucursal Clase-A Alta de los Reales, mientras que Frank es miembro de la filial de Clase-A de los Cachorros en Myrtle Beach.

Ambos demostraron r¨¢pidamente sus habilidades para el b¨¦isbol y para cuando eran adolescentes, ya alineaban con el primer equipo.
¡°Fuimos ascendidos al primer equipo a los 16, 17 a?os¡±, destac¨® Frank. ¡°No nos dimos cuenta de que pod¨ªamos tener la oportunidad de llegar aun m¨¢s lejos y estar donde estamos ahora¡±.
Los hermanos quiz¨¢s nunca imaginaron llegar tan lejos en el diamante, pero r¨¢pidamente se hicieron de un nombre en el circuito europeo, exhibiendo su talento en la liga espa?ola y en torneos tales como la Copa Mundial de B¨¦isbol Sub-18, donde Frank conect¨® 12 imparables y produjo ocho carreras en los ocho encuentros.
¡°Cada a?o en Sant Boi de Llobregat, hay un torneo de MLB que est¨¢ lleno de escuchas atentos a los juegos¡±, dijo Omar. ¡°Fuimos invitados a jugar ah¨ª, pero nunca pens¨¦ que iba a ser firmado ni algo as¨ª. El b¨¦isbol era mi pasatiempo y quer¨ªa dar todo de m¨ª, porque el b¨¦isbol es el deporte que amo, pero en realidad nunca pens¨¦ que ser¨ªa firmado¡±.

Mientras los hermanos brillaban en la Divisi¨®n de Honor o exhib¨ªan su talento para la selecci¨®n de su pa¨ªs, Edgar se mostraba cauteloso. ?l pensaba que sus muchachos ten¨ªan talento, ?pero no es eso lo que cada padre piensa de sus hijos?
¡°Todos me dec¨ªan que mis hijos ten¨ªan potencial para el b¨¦isbol, pero yo me mostraba un poco esc¨¦ptico¡±, confes¨® Edgar. ¡°Quer¨ªa verlos como un coach, no como un padre. Siempre fui cauteloso con eso¡±.
Luego de que Omar bateara .434/.500/.528 con 25 carreras anotadas en 26 encuentros a sus 16 a?os con el Club B¨¦isbol Viladecans, su talento y su potencial eran m¨¢s que evidentes: En agosto del 2018, los Reales de Kansas City firmaron al hermano mayor y lo asignaron a la Liga de Novatos en Arizona (ahora llamada Arizona Complex League). A pesar de poner n¨²meros impresionantes en su primer a?o con el equipo ¨C l¨ªnea de bateo de .290/.345/.390 -- Omar reconoce que la transici¨®n a los Estados Unidos fue bien dif¨ªcil para ¨¦l.
¡°Era la primera vez que yo estaba solo, alejado de mi familia, lejos de casa y de mi hermano¡±, lament¨®. ¡°Era la primera vez que pasaba m¨¢s de dos d¨ªas fuera de casa y alejado de mi hermano¡±.
Pero no tuvieron que esperar mucho para reencontrarnos: El siguiente invierno ¨C despu¨¦s de aquella Copa del Mundo Sub-18¡ª los Cachorros de Chicago tambi¨¦n firmaron a Frank. (El ¨²nico problema: Debido a la pandemia en 2020, Frank pas¨® el a?o jugando en Italia antes de debutar en los Estados Unidos en el 2021).
Mientras ambos trabajan duro para alg¨²n d¨ªa poder llegar a Grandes Ligas, la unidad entre ambos vuelve a ser clave como alguna vez lo fue de peque?os.
¡°Quiz¨¢s mi camino fue m¨¢s f¨¢cil que el de Omar, porque yo siempre le estaba preguntando a mi hermano, ¡®?C¨®mo se hace esto?¡¯ ¡®?C¨®mo te est¨¢ yendo con aquello?¡¯ Yo s¨®lo segu¨ªa su camino¡±, rememor¨® Frank.
Mientras ambos se apoyan mutuamente y se motivan entre s¨ª, existe una amistosa rivalidad entre ellos. Ambos sue?an no s¨®lo con llegar a las Grandes Ligas juntos, sino tambi¨¦n en ser rivales alg¨²n d¨ªa en el m¨¢ximo escenario del b¨¦isbol.
¡°Siempre estamos en contacto y nos llamamos por tel¨¦fono a menudo, pero tambi¨¦n deseamos ser rivales en el terreno de juego¡±, confes¨® Omar. ¡°Cosas como, ¡®?Hey vas a intentar robarte una base? Te voy a poner out¡¯¡±.

Si piensas que su experiencia es ¨²nica, est¨¢s en lo correcto. En el 2024, 32 jugadores nacidos en Cuba han visto acci¨®n de la Gran Carpa. En comparaci¨®n con Espa?a, donde Danny R¨ªos ¨C elegido en la 72da ronda del Draft amateur de MLB en 1990 ¨C es el jugador m¨¢s reciente nacido en ese pa¨ªs europeo en llegar a las Grandes Ligas.
Pero quiz¨¢s eso est¨¦ cambiando. Aunque Omar y Frank nacieron en Cuba, sus habilidades y talento se desarrollaron en Espa?a. Este pasado oto?o, dicha naci¨®n gan¨® el Campeonato Europeo de B¨¦isbol por primera vez desde 1955 (Omar encabez¨® el torneo en jonrones y carreras anotadas). El exligamayorista Jeremy Guthrie est¨¢ albergando un campamento de desarrollo de jugadores este mes.
¡°Tan pronto cuando llegu¨¦ [a Espa?a], me sorprend¨ª porque vi a muchos jugadores con el talento suficiente para llegar a los Estados Unidos o tener la oportunidad de jugar para algunas organizaciones¡±. Edgar reflexion¨® al respecto. ¡°Muchos jugadores, no s¨®lo en Catalu?a sino en todo el pa¨ªs, cuentan con el talento suficiente para jugar como profesionales¡±.
Los dos hermanos saben lo que jugar en las Grandes Ligas podr¨ªa significar no s¨®lo para ellos, sino para sus compa?eros en la selecci¨®n espa?ola y para todos los jugadores j¨®venes que est¨¢n aprendiendo a jugar b¨¦isbol en Catalu?a.
¡°No sentimos presi¨®n, pero s¨ª sentimos una responsabilidad, porque sabemos que hay generaciones j¨®venes que nos ven a nosotros como un ejemplo¡±, manifest¨® Omar. ¡°Definitivamente, queremos enfocarnos en mantenernos dedicados¡±.