DUNEDIN, Florida ¨C Hace dos a?os, Vladimir Guerrero Jr. compar¨® al segundo mejor prospecto de los Orioles, Orelvis Mart¨ªnez, con ¡°un joven Hanley Ram¨ªrez¡±.

A primera vista, el dominicano luce como un joven grande y musculoso, intentando mantenerse como campocorto, exhibiendo un poder inusual para jugadores de esa posici¨®n. Las comparaciones suelen apuntar hacia las leyendas del juego, pero Guerrero parece haber dado en el clavo.

Edwin Encarnaci¨®n est¨¢ de acuerdo. Bueno¡­ algo as¨ª.

La leyenda de los Azulejos ha estado acompa?ando al equipo durante los entrenamientos de este a?o, trabajando con los bateadores j¨®venes. Pero no puede evitar su emoci¨®n cuando el nombre de Mart¨ªnez es mencionado. Encarnaci¨®n, quien empalm¨® 329 jonrones con los Azulejos y protagoniz¨® algunos de los mejores momentos en la historia de la franquicia, ve el potencial que tiene su compatriota para lograr cosas aun mejores.

¡°Tiene m¨¢s poder que Hanley. Tiene mucho m¨¢s poder que Hanley¡±, expres¨® Encarnaci¨®n. ¡°S¨®lo necesita conocer su zona de strikes, pero va a lograrlo. Es un gran jugador. Lo bueno es que le gusta escuchar. Est¨¢ haciendo ajustes¡±.

Mart¨ªnez ya tiene 22 a?os. Ha desarrollado su cuerpo y luce m¨¢s como ligamayorista que como un chico jugando entre jugadores establecidos. La bola explota sin mucho esfuerzo de su bate, bajo la mirada atenta de Encarnaci¨®n. Quiz¨¢s luzca como una l¨ªnea, pero si te descuidas, la pelota pega contra la pared. Todo es con mucha fuerza.

Encarnaci¨®n se ha convertido en un recurso importante para estos bateadores, particularmente los prospectos latinos, que admiran a la leyenda dominicana. Encarnaci¨®n naci¨® en La Romana, a unas 75 millas (aproximadamente 121 kil¨®metros) de Santo Domingo, de donde es oriundo Mart¨ªnez. Cuando el prospecto era un ni?o, antes de firmar con Toronto, Encarnaci¨®n y Jos¨¦ Bautista conformaban una de las duplas m¨¢s temidas del b¨¦isbol.

No est¨¢ en Dunedin para estrechar manos y estar presente. La pasi¨®n por el juego de Encarnaci¨®n sigue viva.

¡°Me encanta. Me encanta ayudar a los m¨¢s j¨®venes y estar junto a ellos en estos momentos. Me siento bien¡±, indic¨® Encarnaci¨®n. ¡°Estoy haciendo lo que me gusta. Estoy disfrutando el poder estar junto a jugadores como Vladdy, Bo Bichette, [Cavan] Biggio y [George] Springer. Me siento bien cuando me hacen preguntas. Eso es lo que me gusta hacer. Por eso estoy aqu¨ª¡±.

Encarnaci¨®n nunca fue el prospecto que es Mart¨ªnez ahora, algo que exalta aun m¨¢s la historia del exca?onero. Mostr¨® destellos durante el inicio de su carrera, pero no despeg¨® sino hasta el 2012, cuando empalm¨® 42 jonrones con los Azulejos cuando ten¨ªa 29 a?os. Ahora, est¨¢ aqu¨ª para recordarle a los j¨®venes que no tienen que ser prospectos de lujo para ser las estrellas del ma?ana. En el caso de Mart¨ªnez, esa paciencia es necesaria.

Mart¨ªnez tuvo un comienzo de temporada para el olvido el a?o pasado, y¨¦ndose de 56-5 (.089) durante el mes de abril. Siendo un joven bateador propenso a los ponches, parec¨ªa que estaba a punto de caer por completo. Pero de pronto algo hizo clic. Registr¨® un OPS de .896 el resto del a?o, alcanzando 28 vuelacercas, encontrando al mismo tiempo un nuevo hogar defendiendo la intermedia.

Ahora viene lo m¨¢s dif¨ªcil. Si Mart¨ªnez tiene m¨¢s talento que Hanley, como dice Encarnaci¨®n, eso lo coloca en una posici¨®n ¨²nica.

¡°Se trata de ser selectivo, esa es la clave¡±, dijo Mart¨ªnez. ¡°Buscar un buen pitcheo para hacer contacto s¨®lido. Ser selectivo es la clave de mi ¨¦xito, y espero poder lograrlo este a?o¡±.

Este es el enfoque de Encarnaci¨®n ahora. Mart¨ªnez puede dar batazos incre¨ªblemente lejos. No necesita de la ayuda de Encarnaci¨®n con eso, pero lo que llev¨® al otrora ca?onero en el desarrollo de su poder fue la consistencia, llev¨¢ndolo a hilar ocho temporadas consecutivas con 30 bambinazos o m¨¢s.

¡°Tiene mucho poder y va a seguir aprendiendo, mejorando cada a?o¡±, dijo Encarnaci¨®n. ¡°Va a tener un buen a?o. Ha trabajado duro y me hace muchas preguntas. He estado hablando con ¨¦l desde que estaba en Doble-A y fui a verlo. Escucha y quiere aprender. Quiere estar en las Mayores y eso es lo que yo tambi¨¦n quiero¡±.