SEATTLE -- Los padres de Tim Herrin lo esperaban en el lobby del hotel despu¨¦s del juego del s¨¢bado, planeando c¨®mo se quedar¨ªan en Seattle por un d¨ªa m¨¢s.

Ya hab¨ªan pasado tres d¨ªas de la temporada y su hijo, que vest¨ªa un uniforme de Grandes Ligas por primera vez, a¨²n no hab¨ªa visto acci¨®n. Ten¨ªan un vuelo reservado para salir de Seattle la ma?ana del domingo, lo que significaba que se perder¨ªan el final de la serie de Cleveland contra los Marineros, una ¨²ltima oportunidad de verlo debutar en las Mayores.

No pod¨ªan permitir que eso sucediera.

La familia Herrin consigui¨® asientos en un vuelo nocturno el domingo, asegurando que estar¨ªan en el estadio en caso de que llegara el momento de Tim. Lo que no sab¨ªan era que ser¨ªan recompensados con una exhibici¨®n sin precedentes por parte del zurdo de 26 a?os, quien entr¨® como relevista en la victoria de Cleveland por 6-5 sobre los Marineros en T-Mobile Park el domingo y logr¨® algo que no se hab¨ªa visto desde que el mont¨ªculo se traslad¨® a su distancia actual en 1893.

La mayor¨ªa de las veces, a los lanzadores novatos les toca debutar en momentos poco apremiantes. Pero Herrin fue arrojado directamente al fuego.

El abridor de los Guardianes, Cal Quantrill, trabaj¨® durante 4.2 entradas. Dej¨® un corredor en base cuando el dirigente Terry? Francona decidi¨® entregarle la pelota al bullpen en el quinto acto. El club sab¨ªa que estar¨ªa sin James Karinchak y el dominicano Emmanuel Clase en las ¨²ltimas entradas despu¨¦s de una gran carga de trabajo durante el fin de semana. Necesitaba todas las manos posibles.

Eso significaba que Herrin iba a debutar en un partido cerrado. Y estaba listo para el desaf¨ªo.

Herrin entr¨® para reemplazar a Quantrill con dos outs, un corredor en primera y el jardinero derecho Jarred Kelenic en el plato. Despu¨¦s de bolas consecutivas y un lanzamiento descontrolado, se acomod¨® y abanic¨® a Kelenic con tres pitcheos seguidos.

Herrin se gan¨® as¨ª el derecho de regresar a la goma para empezar el sexto. Y de alguna manera, lo hizo todav¨ªa mejor. Seis lanzamientos a AJ Pollock resultaron en un ponche. Cuatro a J.P. Crawford terminaron en otra guillotina. Y cinco pitcheos al dominicano Julio Rodr¨ªguez resultaron en... lo adivinaste... un ponche.

Herrin se convirti¨® en el primer lanzador desde 1893 en enfrentar a por lo menos a cuatro bateadores y poncharlos a todos en su debut en las Grandes Ligas, seg¨²n Sarah Langs de MLB.com y el Elias Sports Bureau.