No hay lugar como la Galer¨ªa de las Placas en el Sal¨®n de la Fama de Cooperstown, Nueva York. Es f¨¢cil perderse en el coraz¨®n de 3,660 pies cuadrados del museo que narra la historia del juego, destacando uno por uno los logros de los casi 350 miembros del exclusivo club. Casi todos los momentos importantes en la historia del b¨¦isbol tienen un lugar en las paredes mientras uno camina por esta exhibici¨®n cuidadosamente curada y cuidada.
Es curioso entonces que durante m¨¢s de 40 a?os, la placa de Jackie Robinson no tuviera ninguna menci¨®n de su lugar en la historia del b¨¦isbol ¨C y de la historia estadounidense ¨C por romper la barrera racial en 1947. Es un logro tan conocido y tejido en la tela del juego que celebramos su importancia cada 15 de abril en el aniversario del debut de Robinson en las Grandes Ligas.
Todo eso qued¨® completamente fuera de la placa que fue revelada el 23 de julio de 1962, el d¨ªa en que Robinson fue inmortalizado en el Sal¨®n de la Fama. Aqu¨ª est¨¢ el texto original:
JACK ROOSEVELT ROBINSON
BROOKLYN N.L. 1947 A 1956
L?DER BATE DE LA L.N. EN 1949. TIENE EL
R?CORD DE PORCENTAJE FILDEO PARA UN SEGUNDA BASE
QUE JUG? EN 150 O M?S JUEGOS CON .992.
L?DER EN ROBOS EN LA L.N. EN 1947 Y
JUGADOR M?S VALIOSO EN 1949.
PROMEDIO DE BATEO VITALICIO DE .311. CO-DUE?O
DEL R?CORD DE M?S DOBLE PLAYS PARA
UN SEGUNDA BASE CON 137 EN 1951.
LIDER? A LOS CAMAREROS EN DOBLE MATANZAS
EN 1949, 1950, 1951 Y 1952.

Es una descripci¨®n que apenas refleja lo que uno esperar¨ªa encontrar cuando se trata de un hombre que cambi¨® la cara del deporte estadounidense de la manera en que lo hizo Robinson. Entonces, ?c¨®mo lleg¨® a ser que los visitantes que se dirig¨ªan a ver la placa de Robinson, posiblemente uno de los lugares m¨¢s frecuentados en el museo, se encontraran mirando palabras tan simples para describir una carrera tan extraordinaria?
En realidad, todo comenz¨® con los propios deseos de Robinson.
¡°Espero ser juzgado ¨²nicamente por mi habilidad para jugar al b¨¦isbol, no por el hecho de que romp¨ª la barrera racial¡±, dijo Robinson al columnista del New York Daily News, Dick Young, antes de las elecciones al Sal¨®n de la Fama de la BBWAA en 1962, que marc¨® su primera aparici¨®n en la boleta.
Robinson posteriormente modific¨® el comentario para decir que sent¨ªa que su significado hist¨®rico no deber¨ªa ser ¡°la consideraci¨®n principal¡±, aunque reconoci¨® que la ola de cambio que inici¨® al menos deb¨ªa ser un factor. Tal vez Robinson tambi¨¦n era consciente de que algunos votantes quiz¨¢s podr¨ªan ser influenciados para usar esa raz¨®n como un motivo para no votar por ¨¦l.
La carrera con los Dodgers por la que Robinson deseaba ser juzgado dur¨® solo 10 temporadas. Sin embargo, los logros fueron bastante elevados, ya que fue un miembro clave de seis equipos ganadores del bander¨ªn de la Liga Nacional y de un club campe¨®n de la Serie Mundial.
Es imposible saber si los votantes individuales utilizaron los deseos de Robinson como sus pautas personales. Sin embargo, el 77.5% de ellos (124 de 160) marcaron el nombre de Jackie en la papeleta para convertirlo en un miembro del Sal¨®n de la Fama en su primer a?o de elegibilidad.
¡°Creo que los escritores eligieron a Jackie no a pesar de su color ni por ello¡±, dijo Branch Rickey, el gerente general de los Dodgers que firm¨® a Robinson, al enterarse del resultado de la elecci¨®n en enero de 1962. ¡°Lo eligieron por sus m¨¦ritos¡±.
El ex compa?ero de equipo de Robinson en los Dodgers, Pee Wee Reese, conoc¨ªa lo que le hab¨ªa pedido Robinson a los votantes, pero repiti¨® el sentimiento de Rickey.
¡°No creo que eso ni siquiera cruzara la mente de alguien que vio a Jack hacer tanto en un terreno de b¨¦isbol como yo¡±, apunt¨® Reese.

Considerando los deseos de Robinson antes del proceso de elecci¨®n, la inscripci¨®n en su placa sigui¨® el mismo patr¨®n. Aunque todos en todo el pa¨ªs reconoc¨ªan el impacto colosal que hab¨ªa tenido no solo en el b¨¦isbol sino tambi¨¦n en el resto del mundo deportivo y en la sociedad estadounidense en general, nada de esto qued¨® plasmado en la l¨¢mina que colgar¨ªa en Cooperstown.
Dentro del museo, la simplicidad del lenguaje y la falta de m¨¢s detalles sobre la carrera no eran del todo ¨²nicas en el caso de Robinson. Por ejemplo, la placa de Babe Ruth lo elogia como el ¡°mayor atractivo en la historia del b¨¦isbol¡±, pero luego pasa por alto sus estad¨ªsticas asombrosas al describirlo como ¡°poseedor de muchos r¨¦cords de jonrones y otros de bateo¡± y afirmar que ¡°reuni¨®¡± 714 jonrones.
A lo largo de los a?os, a medida que m¨¢s jugadores eran incluidos, las placas y el lenguaje en ellas comenzaron a evolucionar. Adem¨¢s de estad¨ªsticas m¨¢s detalladas que contaban historias m¨¢s profundas de las carreras de los jugadores, comenzaron a incluir apodos coloridos como ¡°The Sandman¡± para el paname?o Mariano Rivera y ¡°The Hawk¡± para Andre Dawson.
Y en 1998, Larry Doby, quien se uni¨® a Cleveland menos de tres meses despu¨¦s de que Robinson debutara con Brooklyn, fue exaltado a Cooperstown. Las ¨²ltimas palabras de la primera oraci¨®n en su distintivo del Sal¨®n de la Fama celebran a Doby por ¡°integrar la Liga Americana en 1947¡±.
Fue despu¨¦s de la inducci¨®n de Doby cuando comenzaron las discusiones sobre cambiar las palabras dedicadas a Robinson. Durante varias d¨¦cadas, a los empleados del Sal¨®n de la Fama les preguntaban rutinariamente sobre la evidente omisi¨®n. Despu¨¦s de todo, era una de las principales atracciones en la galer¨ªa, dada su estatura y popularidad.
¡°Los padres que intentaban explicar a sus hijos cu¨¢l era el papel de Jackie Robinson como jugador y como ser humano no pod¨ªan hacerlo mirando su placa¡±, explic¨® Jeff Idelson, ex presidente del Sal¨®n de la Fama. ¡°Las placas son una representaci¨®n hist¨®rica de un momento en el tiempo cuando son escritas. La ¨²nica vez que realmente se cambian es por errores factuales. Pero en cuanto a cambiar una, eso era muy inusual¡±.
Estas eran, de hecho, circunstancias inusuales, y casi todos los visitantes a Cooperstown lo sab¨ªan. Al final, fue Rachel Robinson, la viuda de Jackie, quien pareci¨® saber que era el momento adecuado para actualizar el registro hist¨®rico a pesar de los deseos de su esposo cuatro d¨¦cadas antes.
Rachel contact¨® a la vieja leyenda de los Rojos de Cincinnati, Joe Morgan, amigo de la familia Robinson, miembro del Sal¨®n de la Fama y Vicepresidente de la Junta Directiva del Sal¨®n, y las ruedas se pusieron en movimiento. La inscripci¨®n fue cuidadosamente elegida y, en junio de 2008, se revel¨® una nueva placa dentro de la galer¨ªa. As¨ª es como dice:
JACK ROOSEVELT ROBINSON
¡°JACKIE¡±
BROOKLYN, L.N., 1947-1956
UN JUGADOR DE HABILIDAD EXTRAORDINARIA CELEBRADO POR SU ESTILO ELECTRIZANTE DE JUEGO. DURANTE UNA CARRERA DE 10 TEMPORADAS BATE? .311, ANOT? M?S DE 100 CARRERAS SEIS VECES, ASISTI? A SEIS JUEGOS DE ESTRELLAS Y LIDER? A BROOKLYN A SEIS BANDERINES Y SU ?NICO T?TULO DE SERIE MUNDIAL EN 1955. NOVATO DEL A?O EN 1947 Y JMV DE LA L.N. EN 1949 CUANDO BATE? UN IMPRESIONANTE .342 CON 37 ROBOS DE BASE. LIDER? A LOS SEGUNDA BASE EN DOBLE MATANZAS EN CUATRO OCASIONES Y SE ROB? EL PLATO 19 VECES. MOSTR? UN TREMENDO VALOR Y SERENIDAD EN 1947 CUANDO INTEGR? LAS GRANDES LIGAS MODERNAS EN MEDIO DE UNA INTENSA ADVERSIDAD.

Desde la inclusi¨®n de ¡°Jackie¡± bajo su nombre completo hasta una l¨ªnea de apertura m¨¢s fuerte y los detalles sobre su destreza robando bases, este texto ahond¨® mucho m¨¢s en la destacada carrera de Robinson. La ¨²ltima oraci¨®n, que finalmente describ¨ªa el impacto hist¨®rico adecuado, fue colocada a prop¨®sito al final ¡°como una forma de honrar los deseos de Jackie sobre c¨®mo y por qu¨¦ fue incluido en el Sal¨®n de la Fama¡±, seg¨²n Idelson.
¡°No hay persona m¨¢s central o m¨¢s importante para la historia del b¨¦isbol por lo que hizo como pionero¡±, coment¨® Jane Forbes Clark, presidenta de la Junta Directiva del Sal¨®n de la Fama, en el 2008. ¡°Su impacto en nuestro juego no est¨¢ completamente definido sin mencionar su extrema valent¨ªa¡±.
¡°Una parte muy importante de la vida de Jack ha sido reconocida hoy de una manera m¨¢s completa¡±, se?al¨® Rachel Robinson cuando la placa fue mostrada al p¨²blico por primera vez. ¡°Como ¨¦l dijo ... aquellos de nosotros que tenemos la suerte de recibir tal honor debemos usarlo para ayudar a otros. A medida que los j¨®venes vean la nueva placa de Jack, mirar¨¢n m¨¢s all¨¢ de las estad¨ªsticas y entender¨¢n todo lo que Jack ha significado y todo lo que pueden ser¡±.

Rachel continu¨® explicando que aunque los deseos iniciales de Jackie eran nobles, ¨¦l aceptar¨ªa y apreciar¨ªa el cambio para que su contribuci¨®n m¨¢s vital al juego pudiera ser reconocida de esta manera.
¡°Creo que ahora entender¨ªa que necesitamos ir m¨¢s all¨¢ y necesitamos pensar en t¨¦rminos de cambios sociales en Estados Unidos¡±, a?adi¨®. ¡°?l querr¨ªa formar parte de eso. No creo que se opondr¨ªa¡±.
La placa original que colgaba en Cooperstown desde 1962 hasta 2008 a¨²n tiene un lugar para aquellos que deseen verla. Como parte de un pr¨¦stamo, se exhibe en el Museo Jackie Robinson en la ciudad de Nueva York.