
Para Tony Oliva, caminar por el Sal¨®n de la Fama como uno de los nuevos miembros del exclusivo club le produjo una serie de emociones.
¡°Pueden creerlo? Voy a tener una placa aqu¨ª¡±, dijo el exjugador cubano.
Oliva viaj¨® a Cooperstown, Nueva York para una visita especial, durante la cual recorri¨® el museo, firm¨® la base donde su placa del Sal¨®n de Fala eventualmente ser¨¢ colgada y habl¨® con los medios en la galer¨ªa de las placas.
Oliva, quien ser¨¢ exaltado el 24 de julio junto al resto de los siete miembros del grupo del 2022, fue elegido al Sal¨®n por el Comit¨¦ de la Era Dorada en diciembre pasado.
¡°Cuando recib¨ª la llamada (de Jane Forbes Clark, presidenta ejecutiva del Sal¨®n de la Fama), no sab¨ªa qu¨¦ decir¡±, confes¨® Oliva. ¡°No lo pod¨ªa creer. Fue una tremenda sorpresa para m¨ª¡±.
El ocho veces convocado al Juego de Estrellas gan¨® tres t¨ªtulos de bateo en su carrera y fue Novato del A?o de la Liga Americana en 1964, como parte de una trayectoria de 15 a?os en las Grandes Ligas, todos con el uniforme de los Mellizos de Minnesota.
Oliva estuvo acompa?ado en la visita por su esposa Gordette y su hija Anita.
El tour comenz¨® en el inicio de la l¨ªnea temporal del museo, avanzando desde los or¨ªgenes del b¨¦isbol y atravesando todo el largo camino de la historia del juego hasta llegar al presente. Durante el recorrido, Oliva revivi¨® incontables recuerdos de su carrera.
Cuando vio una camiseta de los Diablos Rojos de M¨¦xico de un juego de veteranos de 1964, que era parte de la exhibici¨®n ¡°Ideals and Injustices¡±, Oliva record¨® sus d¨ªas de jugador en el b¨¦isbol invernal de dicho pa¨ªs con los Ca?eros de Los Mochis. Como su familia no hab¨ªa podido viajar a los Estados Unidos desde Cuba, tuvo la oportunidad de reunirse con ellos en M¨¦xico.
Los padres de Oliva eventualmente llegaron a Minnesota, donde tuvieron que enfrentarse por primera vez al duro fr¨ªo del invierno, record¨® Oliva.
¡°Cuando ¨¦l (su padre) lleg¨® a Minnesota, pens¨® que el suelo en los Estados Unidos era blanco¡±, dijo Oliva.
M¨¢s adelante durante su paseo por el museo, Oliva se detuvo cuando vio el Premio Jugador del A?o de Sporting News en 1965 que gan¨® Sandy Koufax, cuyos Dodgers derrotaron a los Mellizos de Oliva en la Serie Mundial de dicho a?o.
¡°?se es el hombre¡±, solt¨® Oliva.
En la exposici¨®n ¡°Whole New Ballgame¡±, Erik Strohl, vicepresidente de colecciones y exhibiciones del HOF, se?al¨® el famoso bate del incidente de George Brett con la resina de pino.
¡°?Quieren saber algo? Ese muchacho pod¨ªa batear con cualquier tipo de bate¡±, dijo Oliva acerca de Brett.
En la misma exhibici¨®n, Strohl mostr¨® un video que le trajo muchos recuerdos a Oliva de sus d¨ªas como coach de los Mellizos: El jonr¨®n de oro de Kirby Puckett en el Juego 6 de la Serie Mundial de 1991. Oliva y Minnesota ganaron el Cl¨¢sico Oto?al ese a?o, el ¨²ltimo suyo como coach del equipo.
¡°?Los veremos ma?ana!¡±, recit¨® Oliva justo antes de que empezara el video, recordando la famosa narraci¨®n de Jack Buck sobre el dram¨¢tico cuadrangular de Puckett.
En el tercer piso del museo, Oliva vio uno de tres jugadores hist¨®ricos en la exhibici¨®n ¡°Hank Aaron: Chasing the Dream¡±.
¡°?sos son los tres grandes¡±, dijo Oliva al ver la foto de Hank Aaron, el puertorrique?o Roberto Clemente y Willie Mays en el Juego de Estrellas de 1961.
El tour continu¨® hacia el dep¨®sito de colecciones del Sal¨®n, donde Oliva pudo tocar art¨ªculos utilizados por otros miembros del Sal¨®n, adem¨¢s de excompa?eros de equipo y rivales.
Cuando tom¨® un bate de Honus Wagner, Oliva quiso adivinar cu¨¢nto pesaba.
¡°?C¨®mo 45 onzas?¡±, pregunt¨®.
Exactamente, indic¨® Strohl.
Oliva tambi¨¦n agarr¨® un bate de un excompa?ero suyo y tambi¨¦n miembro del Sal¨®n, el paname?o Rod Carew.
¡°Este muchacho sab¨ªa lo que estaba haciendo¡±, dijo Oliva mientras sosten¨ªa el bate con el que Carew conect¨® su hit n¨²mero 2,000 en 1978.
Al Kaline, otro inmortal, fue uno de los ¨ªdolos de Oliva, as¨ª que fue bien especial para el cubano poder ver de cerca el bate que utiliz¨® la leyenda de los Tigres en el Juego de Estrellas de 1961.
¡°En la Liga Americana, Al Kaline era mi ejemplo¡±, dijo Oliva, quien como Kaline defendi¨® el jard¨ªn derecho con un solo equipo durante toda su carrera. ¡°Yo quer¨ªa jugar como ¨¦l¡±.
El paseo de Oliva concluy¨® en la galer¨ªa de las palcas, donde se par¨® para posar junto a algunos de sus nuevos compa?eros del Sal¨®n de la Fama, incluyendo Kaline y otra leyenda de los Mellizos, Harmon Killebrew.
?¡°Para m¨ª, este se?or que ven aqu¨ª era demasiado buena persona para ser jugador de b¨¦isbol¡±, confes¨® Oliva, se?alando la placa de Killebrew.
Oliva entonces se puso su gorra y camiseta del Sal¨®n de la Fama, y firm¨® el espacio donde pronto colgar¨¢ su placa.
¡°Hab¨ªa esperado esto por mucho tiempo, por 45 a?os¡±, coment¨® Oliva. ¡°Nunca es tarde¡±.