Represent¨® Hank Aaron dignidad y nobleza
Hank Aaron fue hijo de Mobile, Alabama y lo que ¨¦l defini¨® como su escuela fue Payasos de Indian¨¢polis en las Ligas Negras. Lo ¨²nico que hizo despu¨¦s de eso fue romper lo que era la marca m¨¢s famosa del deporte estadounidense, la de los 714 jonrones de Babe Ruth.
Ahora ha fallecido a los 86 a?os de edad. Es el final de una incre¨ªble vida estadounidense, una llena de talento, gracias, posibilidades y valent¨ªa frente al racismo. Tal vez gracia es lo que m¨¢s se destaca, de un gigante de hombre que se convirti¨® en la consciencia y el alma de su deporte.
Tuve la fortuna de hablar con ¨¦l por tel¨¦fono de vez en cuando en los ¨²ltimos a?os de su vida. Hablamos sobre las Ligas Negras y la justicia social tras la muerte de George Floyd. Hablamos de Jackie Robinson y WIllie Mays, adem¨¢s de una amistad con el ex Comisionado que dur¨® m¨¢s de 60 a?os.
¡°Hubo algo que nos ense?¨® Jackie a todos los jugadores negros que lo seguimos¡±, me dijo Aaron en junio pasado, ¡°y eso fue que nunca debes aceptar ¡®no¡¯ como respuesta¡±.
Luego este hombre extraordinario, cuya vida fue tan importante en la historia de su deporte y de su pa¨ªs, habl¨® de las protestas de Black Lives Matter que ve¨ªa por televisi¨®n en ese momento.
¡°Ya no puedo moverme mucho¡±, me dijo. ¡°Pero si pudiera hacerlo, estar¨ªa ah¨ª marchando. Estar¨ªa ah¨ª mismo en primera l¨ªnea¡±.
Bueno, est¨¢ ah¨ª mismo en primera l¨ªnea como uno de los jugadores m¨¢s talentosos y m¨¢s importantes en la historia del b¨¦isbol, no s¨®lo porque diera su cuadrangular n¨²mero 715 para superar a Ruth, rumbo a un total de 755 de por vida. Aaron nunca dio m¨¢s de 50 vuelacercas en una campa?a, pero conect¨® al menos 40 en ocho ocasiones. Fue un modelo de la consistencia.
Med¨ªa seis pies y pesaba 180 libras al dar todos esos jonrones, bromeando una vez que ¡°lo ¨²nico que consum¨ª fue goma de mascar¡±. El n¨²mero del que estuvo m¨¢s orgulloso Aaron fue su total de 2,297 empujadas. Nadie ha impulsado m¨¢s en Grandes Ligas.
Le pregunt¨¦ a Aaron una vez si ten¨ªa alg¨²n lamento. ?l se rio y dijo lo siguiente: ¡°Nunca gan¨¦ la Triple Corona. ?Veo las cosas y no puedo creer que no gan¨¦ dos o tres!¡±
This browser does not support the video element.
Aaron jug¨® con los Bravos en Milwaukee y luego en Atlanta, donde finalmente rompi¨® el r¨¦cord de Ruth. No s¨®lo lidi¨® con la presi¨®n de buscar la marca, sino porque hab¨ªa un sector racista y enojado de los Estados Unidos que no quer¨ªa ver a un hombre negro romper la marca de una estrella blanca.
Aaron, quien algunas veces sal¨ªa a escondidos de los estadios durante la b¨²squeda del r¨¦cord de Ruth, comparti¨® una de las cartas racistas con la revista Sports Illustrated. Aqu¨ª, una parte: ¡°No vas a romper el r¨¦cord establecido por el gran Babe Ruth si depende de m¨ª¡±. La carta se torn¨® peor de ah¨ª en adelante.
Hace un par de a?os, me sent¨¦ junto a ¨¦l en Cooperstown cuando mi amigo Bob Costas fue exaltado al Sal¨®n de la Fama como locutor. Le pregunt¨¦ ese d¨ªa por qu¨¦ guardaba esas cartas.
¡°Porque son parte de mi historia tambi¨¦n¡±, me contest¨®.
Aaron quiso mucho a Jackie Robinson y fue inspirado por Robinson hasta entrado en sus 80, diciendo que Jackie era bueno en todo. ¡°Hasta en jugar a las cartas¡±.
Hasta el final, Aaron siempre le hizo honor al hecho de que Jackie hab¨ªa sido el primero y que les hab¨ªa preparado el sendero para ¨¦l, Mays y otros en la d¨¦cada de los 1950. Tambi¨¦n tuvo reverencia para los compa?eros de equipo en Indian¨¢polis, cuando se ganaba US$200 por mes. Siempre lament¨® c¨®mo los jugadores de las Ligas Negras no tendr¨ªan la oportunidad que ¨¦l tuvo en las Mayores.
A Aaron le encantaba hablar de los lanzadores que enfrent¨® en sus 23 a?os en Grandes Ligas. Mencion¨¦ a Bob Gibson y al dominicano Juan Marichal y, por supuesto, a Sandy Koufax. Y luego dijo Aaron, ¡®y no te olvides de un joven que lleg¨® al final de los 60. El Sr. Seaver¡±.
Fue en aquella ocasi¨®n que Aaron me dijo que ten¨ªa un acuerdo con Koufax.
¡°Que a veces ¨¦l me iba a superar y a veces yo lo iba a superar a ¨¦l¡±.
Aaron fue una estrella tan grande como cualquiera en tres d¨¦cadas diferentes. Era un adolescente cuando Robinson rompi¨® la barrera racial. Era unos a?os m¨¢s joven que Mays. Trabaj¨® en los Bravos tras su retiro como jugador y fue un exitoso empresario. Trabaj¨® a?os y a?os para recaudar fondos para el United Negro College Fund. Fue su manera de devolverle a la comunidad.
This browser does not support the video element.
Ahora se nos ha ido este incre¨ªble hombre, el muchacho nacido en Mobile en 1934 que vivi¨® para ver la toma de posesi¨®n de Joe Biden en enero del 2021.
En verano pasado, me dijo, ¡°Dios, amo el b¨¦isbol¡±.
Dijo eso el regalo de Dios para el b¨¦isbol.
This browser does not support the video element.