La viuda de Hank Aaron, Billye, reflexiona sobre el jonr¨®n 715
Los recuerdos de la noche en que Hank Aaron rompi¨® el r¨¦cord de jonrones de todos los tiempos el 8 de abril de 1974 a¨²n son muy v¨ªvidos para Billye Aaron, incluso despu¨¦s de pasados 50 a?os.
Tambi¨¦n son v¨ªvidas las memorias de toda la anticipaci¨®n que precedi¨® la hist¨®rica noche de su difunto esposo, y el orgullo que sinti¨® tras el ic¨®nico ca?onazo.
¡°Simplemente esperamos con anticipaci¨®n ese jonr¨®n¡±, record¨® Billye en un segmento de MLB Network para conmemorar el 50 aniversario del cuadrangular Nro. 715 el lunes. ¡°Creo que todo el enfoque estaba en eso¡ si tienes suerte, si eres bendecido, tal vez lo logres esta noche¡±.
En una entrevista con su nieta, Emily Haydel, Aaron comparti¨® otros recuerdos de esa noche, as¨ª como del per¨ªodo previo al 8 de abril, incluida su asistencia al D¨ªa Inaugural en Cincinnati, donde Hank empat¨® la marca de Babe Ruth.
¡°Estaba tan llena de alegr¨ªa, porque eventualmente, cuando fuera, mi esposo conseguir¨ªa ese jonr¨®n [r¨¦cord]¡±, mencion¨®.
Tambi¨¦n recuerda haber conocido a su futuro esposo cuando fue invitado a un programa que ella conduc¨ªa para WSB-TV en Atlanta.
¡°No sab¨ªa nada sobre b¨¦isbol, pero pens¨¦ que ser¨ªa muy simple hacer algunas preguntas", dijo. ¡°Y no result¨® ser tan simple¡±.
Despu¨¦s del programa, Hank le pregunt¨® si le gustar¨ªa ayuda para encontrar otras preguntas sobre b¨¦isbol.
¡°Simplemente nos hicimos amigos¡±, record¨®, ¡°y esa amistad fue creciendo¡±.
A pesar de la alegr¨ªa y el orgullo que sinti¨® al ver a su esposo hacer historia con el cuadrangular Nro. 715, no hubo ninguna celebraci¨®n especial de su parte esa noche en el Atlanta-Fulton County Stadium, ni siquiera en casa cuando su esposo lleg¨® despu¨¦s del juego.
Fue simplemente ¡°como cualquier noche ordinaria¡±, asegur¨®.
¡°No fui corriendo hacia ¨¦l. No le ten¨ªa champ¨¢n esperando ni nada de eso¡±, cont¨® entre risas. ¡°Henry simplemente no era ese tipo de persona, y no creaba ese tipo de atm¨®sfera a su alrededor. Rara vez pod¨ªas hacer que Henry se emocionara hasta el punto de llamar la atenci¨®n sobre s¨ª mismo en p¨²blico. Ni siquiera en privado, por cierto¡±.