Helton, Mauer, Beltr¨¦ y Leyland exaltados al Sal¨®n en un emocionante d¨ªa
COOPERSTOWN, N.Y. -- El Sal¨®n de la Fama del B¨¦isbol abri¨® hoy sus puertas a un ex jugador que fue tomado como primera selecci¨®n del draft y pas¨® toda su carrera en su ciudad natal, y a un ex receptor suplente de Doble-A que estuvo 18 a?os en las ligas menores antes de pasar un d¨ªa en las Mayores. Tambi¨¦n dio la bienvenida a dos jugadores de las esquinas del infield que debutaron con 10 meses de diferencia y pasaron siete a?os como rivales en la Divisi¨®n Oeste de la L.N., y eso ni siquiera cubri¨® la mitad de sus carreras: uno durante 17 a?os en Colorado y el otro durante 21 a?os en cuatro equipos.
Todos ellos -- Todd Helton, el dominicano Adrian Beltré, Jim Leyland y Joe Mauer -- tuvieron meses para prepararse para subir al podio frente a miles de personas en las ceremonias de inducci¨®n al Sal¨®n de la Fama del domingo en el Clark Sports Center. Y, sin embargo, para un cuarteto que hizo de la preparaci¨®n un pilar de sus carreras, las emociones de este d¨ªa representaron un desaf¨ªo:
?C¨®mo resumir las emociones y recuerdos de una carrera brillante y larga en unos 10 minutos?
¡°Vi la mayor¨ªa de los discursos que se han dado aqu¨ª. Y no soy el ¨²nico que ha derramado una l¨¢grima en Cooperstown, te lo puedo asegurar¡±, brome¨® Leyland el s¨¢bado. ¡°Cuando alguien dice que esto es una vez en la vida, pues esto es una vez en la vida¡±.
Despu¨¦s de nunca haber sido el primer bate en 2,247 juegos para los Rockies, Helton tuvo el honor el domingo de dar el primer discurso de los cuatro homenajeados. Su hermoso swing zurdo, que le ayud¨® a ganar un t¨ªtulo de bateo, cinco selecciones al All-Star en primera base y cuatro Bates de Plata, se convirti¨® no solo en el s¨ªmbolo de una franquicia de los Rockies que apenas estaba en su quinta temporada de juego cuando debut¨®, sino tambi¨¦n en la inspiraci¨®n para muchos j¨®venes bateadores que le han seguido.
Pero Helton fue consciente de los grandes toleteros que vinieron antes que ¨¦l, y de los que estaban en el escenario detr¨¢s suyo ¨C aquellos ya en el Sal¨®n de la Fama ¨C y lo que significa unirse al club.
¡°Los premios que he recibido del b¨¦isbol est¨¢n m¨¢s all¨¢ de los sue?os m¨¢s salvajes de un joven novato que sali¨® de la Universidad de Tennessee¡±, mencion¨® Helton durante su discurso. ¡°S¨¦ que soy un hombre afortunado¡±.
El discurso de Beltr¨¦ comenz¨® de manera caprichosa, cuando su amigo y compatriota David Ortiz se acerc¨® por detr¨¢s y le toc¨® la cabeza. ?(Beltr¨¦ famosamente odia eso!) No parec¨ªa contento, pero claramente no guarda rencor, ya que incluy¨® a Big Papi en su lista de agradecimientos durante su discurso.
Beltr¨¦ debut¨® con los Dodgers en el verano de 1998, s¨®lo dos meses despu¨¦s de cumplir 19 a?os, y jug¨® durante 21 campa?as. El tercera base se convirti¨® en un s¨ªmbolo de consistencia, una roca en la esquina caliente, un productor constante de carreras hasta sus ¨²ltimos a?os que peg¨® 3,166 hits, y uno de los mejores en jugar esa posici¨®n en la historia moderna del juego.
Beltr¨¦ inspir¨® a una generaci¨®n de jugadores tanto en su pa¨ªs natal como en todo el mundo, y el sentimiento era muy mutuo.
¡°Lo mejor fue: Me encant¨®. Me encant¨® el b¨¦isbol¡±, asegur¨® Beltr¨¦. ¡°Y me divert¨ª mucho jugando el juego¡±.
Beltr¨¦ pas¨® los d¨ªas y semanas previos a la inducci¨®n preparando un maravilloso discurso, biling¨¹e, con la misma intensidad que su juego.
¡°Poder escribir un discurso para el Sal¨®n de la Fama y tratar de cubrir toda su vida, a las personas que han significado algo para ¨¦l, y hacerlo en ingl¨¦s, realmente es incre¨ªble¡±, dijo la semana pasada su ex compa?ero de equipo en los Rangers, Michael Young. ¡°Realmente lo es¡±.
Leyland se hizo conocido en parte por sus emociones durante una carrera como manager por 22 a?os a nivel de Grandes Ligas que incluy¨® un t¨ªtulo de la Serie Mundial en Miami, dos participaciones en la Serie Mundial con Detroit, seis t¨ªtulos divisionales en Detroit y Pittsburgh y tres premios al M¨¢nager del A?o.
Quer¨ªa usar parte de su discurso como una inspiraci¨®n para los jugadores y entrenadores de las Ligas Menores que luchan por una oportunidad. Les anim¨® a mirar su carrera, que incluy¨® 18 a?os en las Ligas Menores antes de pasar un d¨ªa en las Mayores, y seguir adelante.
Mauer, cuarto en el orden de los discursos entre los inducidos, se convirti¨® en una presencia estoica detr¨¢s del plato durante muchos de sus 15 a?os en la Gran Carpa, todos en Minnesota, a un corto viaje de su ciudad natal, St. Paul. Mauer no solo fue el Jugador M¨¢s Valioso de la L.A. en el 2009, un campe¨®n de bateo en tres ocasiones y un All-Star en seis oportunidades, sino tambi¨¦n un pilar de la franquicia. Pero ¨¦l tambi¨¦n estaba listo para las emociones al pensar en el honor y tratar de describir cu¨¢n afortunado se sent¨ªa.
¡°Solo gratitud, simplemente tan agradecido por las oportunidades que he tenido¡±, mencion¨® Mauer la semana pasada. ¡°Es angustiante, es desafiante, porque tratar de resumir tu carrera de 20 a?os en 10 minutos es dif¨ªcil de hacer. Llegar a este punto, ser inducido al Sal¨®n de la Fama, no es algo que haya logrado por mi cuenta.
¡°Hay tantas personas que han tenido un gran impacto en m¨ª y me han ayudado a llegar a este punto. Quieres intentar articular eso lo mejor posible y agradecer a estas personas¡±.