GOODYEAR, Arizona -- Contra la pared trasera del clubhouse primaveral de los Guardianes, se encuentran los casilleros de los venezolanos Gabriel Arias y Brayan Rocchio, uno al lado del otro. Es apropiado que incluso en las placas con sus nombres sobre sus uniformes colgados, sus nombres sean inseparables.

Desde el momento en que el dominicano Amed Rosario fue cambiado por Cleveland la primavera pasada, un nombre no pod¨ªa ser dicho sin el otro. ?Recibir¨ªa Arias o Rocchio la mayor parte del tiempo de juego? Ninguno present¨® argumentos lo suficientemente convincentes como para ser el favorito indiscutible en los ¨²ltimos dos meses del a?o.

As¨ª que, durante toda la temporada baja, mientras ambos participaban en el b¨¦isbol invernal, la especulaci¨®n continu¨®: ?Ser¨¢ Arias o Rocchio el campocorto de Cleveland para el D¨ªa Inaugural? No se pudo encontrar una resoluci¨®n antes de que todos los jugadores se reportaron a Goodyear, Arizona.

Ahora, hay una batalla de posiciones a seguir.

Los dos saben contra qu¨¦ se enfrentan. Bloquean el ruido adicional y priorizan la amistad sobre la batalla cabeza a cabeza. Rocchio, clasificado como el prospecto n¨²mero 1 de los Guardianes or MLB Pipeline, se par¨® en el centro de un grupo de reporteros el mi¨¦rcoles y Arias se uni¨® de manera bromista, haciendo como que estaba grabando la conversaci¨®n y haciendo preguntas. Es evidente que la competitividad se queda en el terreno.

"No le guardo rencor a nadie aqu¨ª", dijo Rocchio.

En cambio, se enfoca en lo que puede controlar. Y eso comenz¨® con recibir m¨¢s tiempo de juego en Venezuela.

Los Guardianes le dijeron a Rocchio que quer¨ªan que controlara mejor sus emociones en el terreno y aprendiera a manejarse en momentos apremiantes. ?l estuvo receptivo a los comentarios y se fue a la Liga Venezolana de Beisbol Profesional para practicar cosas como seguir su plan en el plato incluso cuando hay corredores en posici¨®n de anotar.

Aparentemente, funcion¨®. En 20 juegos con los Tiburones de La Guaira, Rocchio bate¨® .377 con un OPS de .998, siete dobles, un jonr¨®n y ocho carreras impulsadas mientras fung¨ªa como campocorto en una carrera hist¨®rica que llev¨® a su equipo a su primer t¨ªtulo de la LVBP en 38 a?os y a coronarse por primera vez en la Serie del Caribe. La sonrisa iluminaba su rostro al hablar sobre aquella experiencia con su familia presente.

Recuerda el hit de la ventaja que conect¨® en la s¨¦ptima entrada del Juego 2 en las finales que lo llev¨® a las nubes. Y nunca m¨¢s experimentar¨¢ un momento como el desfile en su ciudad despu¨¦s de que su equipo gan¨®.

"S¨¦ que cuando jugu¨¦ en Venezuela, me prepar¨® m¨¢s para Grandes Ligas como Triple-A, Double-A jam¨¢s lo hizo, obteniendo esa experiencia donde cada juego es como el Juego 7", dijo el manager de los Guardianes, Stephen Vogt. "As¨ª que para que Brayan pueda ir a jugar para su equipo de la ciudad natal, obtener la experiencia de hacerlo pero tambi¨¦n ganar un campeonato, ahora est¨¢ ansioso por ganar".

Parec¨ªa seguro que Arias era el favorito para ganar el puesto al entrar al campamento. Probablemente seguir¨¢ siendo as¨ª hasta que Rocchio llame m¨¢s la atenci¨®n. Pero Arias a¨²n tiene mucho que demostrar en seis semanas para asegurar que la posici¨®n sea suya.

Arias, tambi¨¦n jug¨® durante el invierno, bateando .214 con un OPS de .543 en 27 juegos por los Cangrejeros de Santurce en la liga invernal de Puerto Rico. Viene de una temporada en la que tuvo dificultades contra lanzadores zurdos, pitcheos con los que nunca hab¨ªa lidiado durante su carrera en ligas menores. Tal vez sea m¨¢s f¨¢cil dar poe hecho que obtendr¨¢ la primera oportunidad en el campocorto porque tuvo m¨¢s entradas all¨ª en las Mayores el a?o pasado, pero no se descarta que Rocchio termine siendo el elegido.

"Brayan ha llegado con mucha confianza despu¨¦s de esa experiencia en la liga invernal y ganar, y creo que eso lo ayudar¨¢ mucho este a?o", dijo Vogt.

Los dos conocen la posici¨®n en la que se encuentran. Tambi¨¦n saben que jugadores como Tyler Freeman y los dominicanos Angel Mart¨ªnez y Jos¨¦ Tena ver¨¢n tiempo all¨ª tambi¨¦n. Pero despu¨¦s de cada juego, Arias y Rocchio regresar¨¢n a sus casilleros, sent¨¢ndose uno al lado del otro. Hablar¨¢n sobre sus actuaciones. Se animar¨¢n mutuamente a mejorar. Ignorar¨¢n el hecho de que el otro est¨¢ compitiendo por quitarle su trabajo.

Independientemente de c¨®mo se desarrolle esto, los dos campocortos quieren enfocarse en el panorama general: Ganar. Sin importar lo que se necesite.

"Le dije, 'Oye hermano, si ganas el puesto de campocorto, si lo gano yo, solo queremos tener la mejor temporada de todas'", dijo Rocchio. "Mantenernos como un grupo y seguir compitiendo entre nosotros".