Willie Mays, la leyenda de los Gigantes y uno de los jugadores m¨¢s grandes que ha dado el b¨¦isbol, falleci¨® el martes a la edad de 93 a?os.

La familia de Mays y los Gigantes de San Francisco fueron quienes anunciaron la partida del exjugador.

¡°Mi padre ha fallecido en paz y rodeado por sus seres queridos¡±, anunci¨® su hijo Michael Mays, en un comunicado que emiti¨® el club. ¡°Quiero agradecer a todos ustedes, desde el fondo de mi coraz¨®n roto, por el amor incondicional que le han mostrado durante a?os. Ustedes han sido la inspiraci¨®n de su vida¡±.

? Declaraci¨®n del Comisionado sobre el fallecimiento de Willie Mays

Un tributo a Mays est¨¢ programado para el jueves en el emblem¨¢tico Rickwood Field de Birmingham, Alabama, antigua casa de los Barones Negros, con el partido Gigantes-Cardenales, en el marco de un homenaje a las Ligas Negras que arranc¨® el martes.

El 'Say Hey Kid' ser¨¢ recordado por siempre. La emoci¨®n que demostr¨® Mays en el terreno de juego en los a?os 50 y 60 no ten¨ªa comparaci¨®n.

?Qu¨¦ tan bueno fue Willie Mays como jugador?

Para el comentarista de MLB Network, Harold Reynolds, es f¨¢cil precisar por qu¨¦ Mays brill¨® con los Gigantes.

¡°Cuando lo analizas, los jugadores que vinieron de las Ligas Negras [como fue el caso de Mays] no solamente eran buenos. Eran excepcionales¡±, se?al¨® Reynolds. ¡°Entre la crema de los deportistas, Willie era el mejor. Creo que su habilidad atl¨¦tica y sus destrezas pasan desapercibidas¡±.

El jardinero de los Angelinos, Mike Trout, ha sido catalogado como uno de los mejores jugadores en las Mayores y tiene pr¨¢cticamente asegurado su puesto en el Sal¨®n de la Fama. Pero Mays ten¨ªa el poder y la habilidad con el madero que tiene Trout y a la vez que se encuentra entre los mejores jardineros centrales en la historia del b¨¦isbol. Tambi¨¦n se destacaba a la hora de correr las bases. Por lo tanto, si disfrutas ver jugar a Trout, vale la pena estudiar a Mays, quien le brind¨® m¨¢s al deporte que su habilidad en el terreno. Aquellas personas que vieron jugar a Mays cuentan que ten¨ªa estilo y una gran confianza.

Hasta Mays sab¨ªa lo bueno que era.

¡°Creo que yo era el mejor pelotero que hab¨ªa visto¡±, Mays le dijo a Newsweek en 1979.

Leo Durocher, quien dirigi¨® a Mays a principio de los a?os 50, le proyect¨® un futuro brillante cuando el jardinero ten¨ªa apenas 21 a?os. Durocher lo design¨® como un jugador de cinco herramientas y, a?os despu¨¦s, afirm¨® que Mays era el mejor pelotero que hab¨ªa visto jugar. Cuando Mays comet¨ªa un error, tomaba por sorpresa a Durocher.

¡°Mays lo ten¨ªa todo¡±, Durocher le dijo a This Day in Baseball hace muchos a?os. ¡°Bastaba con ver a Mays y ¨¦l sab¨ªa que hab¨ªa cometido un error. No le levantabas la voz a Mays. Simplemente lo mirabas, sonr¨ªas y dec¨ªas, ¡®Anda, Willie. Eres el mejor jugador en el pa¨ªs. ?C¨®mo pudiste cometer un error as¨ª?¡¯ Su pecho se inflaba. Es el mejor jugador que he visto¡±.

Mays sol¨ªa frustrar a sus oponentes con sus sofisticadas atrapadas estilo ¡°cesta¡± en el jard¨ªn central, y su velocidad llamaba la atenci¨®n. Se le ca¨ªa la gorra y sus oponentes esperaban tierra en la cara cuando se deslizaba en una base. S¨ª, as¨ª de duro se deslizaba. Mays ten¨ªa poder como nadie: Once temporadas con 30 jonrones o m¨¢s y 10 campa?as con al menos 100 impulsadas.

Y cuidado con poner a prueba el brazo de Mays. Cleveland lo sab¨ªa bien: Dicho equipo no logr¨® anotar con un elevado profundo de Vic Wertz en el Juego 1 de la Serie Mundial de 1954. Aunque la gente suele hablar de la atrapada de Mays en esa jugada legendaria, Mays ha dicho varias veces que le dio m¨¢s orgullo el tiro que impidi¨® que Larry Doby anotara desde la segunda base.

¡°Mays era ese muchacho en¨¦rgico que siempre hac¨ªa algo para ayudar a su equipo a ganar¡±, dijo el ex antesalista de los Yankees, Bobby Richardson, quien jug¨® contra Mays en la Serie Mundial de 1962.

?Qu¨¦ tan bueno era Mays? Se encuentra en el quinto lugar en la historia de Grandes Ligas detr¨¢s de Babe Ruth, Walter Johnson, Cy Young y su ahijado, Barry Bonds, con Victorias por Encima del Reemplazo (WAR) de 156.1.

¡°Willie Mays es el mejor jugador que ha vivido¡±, dijo el puertorrique?o Orlando Cepeda, quien jug¨® con Mays de 1958-a 1966. ¡°Es el mejor jardinero, el mejor corredor de bases. Nadie como Willie Mays¡±.

Mays el oponente

Enfrentarse a Mays no era f¨¢cil, aun si un lanzador dispon¨ªa de un informe de los escuchas. El Sal¨®n de la Fama Ferguson Jenkins ten¨ªa esa ventaja con los Cachorros. Su informe ven¨ªa de Durocher, su manager en Chicago, pero no importaba lo que el capataz dijera. Mays se fue de 60-18 (.300) con cuatro cuadrangulares y ocho remolcadas contra Jenkins.?

¡°Leo siempre me dec¨ªa que Willie te retaba con casi cada lanzamiento que hac¨ªas¡±, record¨® Jenkins. ¡°Si la bola estaba en la zona de strike, iba a hacer swing. ¡­ Willie Mays se parec¨ªa a Roberto Clemente. Simplemente te retaba cada vez que se acercaba un pitcheo al plato. Hac¨ªa swing¡±.?

Al Downing, a quien se conoce principalmente por sus a?os con los Yankees y Dodgers, ve¨ªa la tarea de enfrentarse a Willie Mays de manera distinta. Mays fue el ¨ªdolo de su ni?ez. Downing ten¨ªa nueve a?os en 1950 cuando vio a Mays jugar por Clase-B Trenton, sucursal de los Gigantes en Nueva Jersey.?

Downing, quien cedi¨® el hist¨®rico jonr¨®n n¨²mero 715 de Hank Aaron en 1974, no se enfrent¨® a Mays hasta principios de los a?os 70, cuando el serpentinero era integrante de los Dodgers. Downing afirma que no hab¨ªa mucha informaci¨®n disponible a la hora de medirse con Mays, quien se fue de 11-4 con dos bambinazos ante el zurdo.?

¡°Lo que mir¨¢bamos era los n¨²meros que pon¨ªas¡±, dijo Downing. ¡°Nadie sab¨ªa de los informes de los escuchas. No ten¨ªamos estad¨ªsticas y esas cosas¡±.?

Los n¨²meros de Mays se encuentran entre los mejores de todos los tiempos, pero no cuentan la historia completa. El ca?onero era capaz de hacer ajustes al bate de un momento a otro. Tomen como ejemplo su estadio de local, el Candlestick Park en San Francisco. No era favorable para conectar jonrones por encima del muro del jard¨ªn central, debido a un viento turbulento.

¡°Muchas veces, les daba a bolas que parec¨ªan que iba a salir por encima del muro del jard¨ªn izquierdo y el viento las tra¨ªa de regreso¡±, se?al¨® Cepeda.?

?Qu¨¦ hizo Mays? Logr¨® conectar cuadrangulares a la banda contraria. Mays termin¨® con 203 bambinazos en dicho estadio, 33 detr¨¢s del l¨ªder de todos los tiempos, Willie McCovey.?

A Mays no le daba reparo se?alar lo bueno que era en el terreno de juego. En el Juego 7 de la Serie Mundial de 1962 entre los Gigantes y los Yankees, Nueva York ten¨ªa ventaja de 1-0 en la parte baja de la novena entrada. Con el dominicano Mateo Alou en la primera base y dos outs, Mays conect¨® un doble por la raya del jard¨ªn derecho. Alou avanz¨® a la tercera base, donde el coach Whitey Lockman le puso el freno.?

McCovey fue el siguiente bateador y conect¨® una l¨ªnea hacia Richardson para ponerle fin a la serie y dar a los Yankees su segundo t¨ªtulo consecutivo.?

A?os despu¨¦s, Richardson se top¨® con Mays en una cena de premios. Mays le dijo a Richardson en esa ocasi¨®n que los resultados hubiesen sido diferentes si ¨¦l hubiese sido el corredor en la primera base y no el bateador en el plato que dio el doble.?

¡°Mays dijo, ¡®Si alguien [m¨¢s] hubiera bateado la bola al jard¨ªn derecho, hubiese anotado y hubi¨¦ramos ganado la Serie Mundial¡¯. Probablemente lo hubiese logrado¡±, record¨® Richardson. ¡°Eso describe bien a Mays¡±.

No era el mismo jugador, pero¡­

Cuando Mays lleg¨® a los Mets en un cambio por el derecho Charlie Williams y US$50,000 el 11 de mayo de 1972, ya hab¨ªa dejado atr¨¢s sus mejores a?os. Limitado por una lesi¨®n en la rodilla izquierda, Mays promedi¨® 66 juegos por temporada en sus dos a?os con los Mets.

Los cuadrangulares y los altos promedios hab¨ªan desaparecido. Pero Mays segu¨ªa encontrando la manera de ayudar al equipo a ganar. En el Juego 2 de la Serie Mundial de 1973 contra los Atl¨¦ticos y con la pizarra empatada a 6 en la parte alta del 12do inning, Mays conect¨® un sencillo por el centro del terreno contra el cerrador Rollie Fingers, impulsando a Bud Harrelson. Termin¨® siendo el ¨²ltimo hit de Mays en las Grandes Ligas. Los Mets ganaron dicho partido por 10-7, antes de perder la serie ante Oakland en siete juegos.

¡°En sus d¨ªas buenos, pod¨ªas darte cuenta por qu¨¦ era el mejor de la historia¡±, dijo Cleon Jones, que jug¨® con Mays en los Mets en 1972 y 1973. ¡°Pod¨ªas ver destellos de su grandeza. Incluso con la rodilla inflamada, sal¨ªa al terreno y trataba de hacer su trabajo. Era mejor con una rodilla mala que todos nosotros con nuestras rodillas saludables.

¡°?l no compart¨ªa estas cosas con nadie. Yo estaba ah¨ª. Yo lo vi. Despu¨¦s de los juegos, se iba al hotel y no sal¨ªa de su cuarto; se quedaba descansando. Le costaba dormir, porque la rodilla estaba muy mal. Pero Willie Mays con una pierna segu¨ªa siendo alguien al que hab¨ªa que tenerle miedo¡±.

El impacto de Mays fuera del terreno

Las herramientas de Mays en el terreno lo hicieron tambi¨¦n popular fuera del estadio, especialmente con los ni?os. Millones de ni?os quer¨ªan ser como Willie Mays. Todo el mundo sabe de los juegos en las calles de Harlem. Su impacto en los j¨®venes fue enorme. Un muchacho que conoci¨® a Mays fue Dusty Baker, el ahora manager de los Astros, quien para entonces ten¨ªa 19 a?os.

Baker conoci¨® a Mays en 1968 a trav¨¦s del tambi¨¦n jugador de Grandes Ligas y amigo de su infancia, Bobby Bonds. Baker, esa vez, estaba bien nervioso, pero no tuvo miedo de decirle a Mays que le encantaba el guante que llevaba en la mano izquierda.?Mays le regal¨® el guante. Baker no pod¨ªa creerlo.

¡°A partir de ese momento, fui parte del c¨ªrculo de conocidos gracias a Bobby Bonds¡±, dijo Baker. ¡°Tuve mucha suerte y mucha fortuna. Willie siempre ha sido muy amable conmigo, y con todos los j¨®venes. Es un hombre de gran coraz¨®n¡±.

¡°Cuando empec¨¦ a trabajar para los Gigantes (como coach y manager), muchacho, qu¨¦ suerte tuve yo de estar cerca de Willie Mays todos los d¨ªas. Cuando dej¨¦ a los Gigantes, ¨¦l se presentaba y saludaba a todos mis jugadores. Trabaj¨¦ para los Rojos y para los Cachorros. Llegaba y firmaba aut¨®grafos. Se sentaba a hablar de pelota. Los muchachos lo adoraban y a m¨ª me encantaba que hablase y que se quedase todo lo que quisiera. Willie es tremenda persona y un tremendo ser humano¡±.

El analista de los Mets y ex ligamayorista Keith Hern¨¢ndez se crio en San Francisco y siempre aprovechaba la oportunidad de ver a los Gigantes por televisi¨®n, lo que no era muy frecuente en los a?os 50 y 60.

¡°Era un tremendo jugador. El mejor que he visto¡±, asegur¨® Hern¨¢ndez. ¡°Jugu¨¦ en las ligas menores con Hal Lanier, [compa?ero de equipo de Mays en San Francisco] y Hal dec¨ªa que era uno de los jugadores m¨¢s inteligentes con los que jug¨®. Mays realmente era un l¨ªder en el clubhouse. Trat¨® de hacer que Hal fuese uno de los l¨ªderes en el infield. Mays sab¨ªa c¨®mo ubicar a los jugadores de posici¨®n. Sab¨ªa c¨®mo jugarle a cualquier bateador. Para m¨ª, eso lo dice todo¡±.

Mays sigui¨® teniendo esa misma aura hasta su muerte. Cuando el actual dirigente de los Gigantes, Gabe Kapler, conoci¨® a Mays por primera vez hace unos a?os, fue una experiencia sobrecogedora. Lo ¨²nico que hizo Kapler fue escuchar las historias que Mays cont¨®. A Kapler tambi¨¦n le impresion¨® su firme apret¨®n de manos.

¡°Estamos hablando de uno de los mejores jugadores de la historia, una leyenda en San Francisco¡±, dijo Kapler. ¡°Significa much¨ªsimo para esta franquicia y, por eso mismo, para todo el mundo en nuestro clubhouse, yo incluido. Haber podido compartir con ¨¦l fue especial. Pienso que todos vamos a celebrar su cumplea?os con ¨¦l¡±.