Las instrucciones eran bastante simples, y el delgado muchacho de 16 a?os de Hialeah, Florida, se las aprendi¨® de memoria.

Trece a?os despu¨¦s, Manny Machado las recuerda letra por letra.

¡°Era: ¡®Esp¨¦rame aqu¨ª a las ocho de la ma?ana en la Universidad de Miami¡¯¡±, dice Machado. ¡°¡®Trae un gal¨®n de agua y bananas¡¯¡±.

Y ¨C por primera vez en su vida ¨C a Machado le dieron una paliza.

Machado corri¨®. Hizo sentadillas. (Nunca hab¨ªa hecho una sentadilla de la forma correcta hasta ese d¨ªa). Hizo varias series de levantamiento de pesas. T¨®mo rodados. Bate¨®. Y luego volvi¨® a correr.

Cuando termin¨® aquello, Machado estaba f¨ªsicamente y mentalmente agotado, como nunca lo hab¨ªa estado en su vida. Una peque?a parte de ¨¦l se pregunt¨® si esto era lo que realmente quer¨ªa.

En el fondo, Machado ya sab¨ªa la respuesta. Claro que esto era lo que quer¨ªa. Siempre hab¨ªa so?ado con ser jugador de Grandes Ligas. Si esto era lo que hac¨ªa falta, iba a encontrarse con su nuevo compa?ero de entrenamientos en el gimnasio a las 8 a.m. del d¨ªa siguiente para el segundo round.

Resulta que aquel compa?ero era un primera base cubano y cotizado prospecto de los Rojos llamado Yonder Alonso, quien hab¨ªa sido tomado en el puesto siete del draft del 2008. Machado le hab¨ªa pedido a Alonso un a?o antes que le permitiese practicar con ¨¦l.

Pero Alonso era una estrella en Miami y no quer¨ªa poner en juego la elegibilidad de Machado para la universidad. Alonso sab¨ªa que no iba a pasar mucho tiempo antes de que se convirtiese en profesional, as¨ª que le dio un mensaje a Machado:

¡°Si realmente quieres ser un grande y quieres llegar a las Grandes Ligas, ll¨¢mame dentro de un a?o¡±, le dijo Alonso. ¡°De esa forma no estoy rompiendo ninguna regla, y t¨² tampoco¡±.

¡°En efecto, Manny esper¨® un a?o y me llam¨®, y me dijo, ¡®Hey, pas¨® un a?o. Estoy listo para entrenar contigo¡¯¡±, sigui¨® Alonso. ¡°Yo le dije, ¡®Ok, est¨¢ en el cuarto de pesas a las 8 de la ma?ana. Vamos a trabajar¡¯. Ah¨ª estaba, 8 de la ma?ana, y hemos estado entrenando juntos desde entonces¡¯¡±.

Hermanos de b¨¦isbol

Para aquel entonces, Machado se dio cuenta de que se hab¨ªa conseguido un mentor y compa?ero de entrenamiento incre¨ªblemente valioso. Era un adolescente que estaba empezando a tomar vuelo en el mundo de los prospectos. Alonso pod¨ªa ense?arle c¨®mo funcionaban las cosas.

Lo que Machado no sab¨ªa en ese momento era el impacto que su relaci¨®n con Alonso iba a tener fuera del mundo del b¨¦isbol. Se convirtieron en hermanos, metaf¨®ricamente. Luego se convirtieron en cu?ados, literalmente.

Alongo lleg¨® a las Grandes Ligas en el 2010, el mismo a?o en el que Machado fue tomado en el tercer puesto general del draft por los Orioles. Para el 2012, Alonso hab¨ªa sido cambiado a los Padres, y Machado llegar¨ªa a las Grandes Ligas al ser subido en agosto por Baltimore en medio de la lucha por la postemporada.

Machado y Alonso todav¨ªa pasaban los inviernos juntos. Agotadoras rutinas de pr¨¢ctica en la ma?ana. Tiempo con las dos familias en las tardes y en las noches. Jugaban video juegos, baloncesto, ve¨ªan series de Netflix.

Fue por ese tiempo que Machado conoci¨® a la hermana de Alonso, Yainee, y de golpe Manny ya no estaba yendo a la casa para pasar tiempo con Yonder. Machado y Yainee comenzaron a salir en el 2011, se enamoraron, se comprometieron en el 2013 y se casaron en diciembre del 2014.

Yo estoy orgullo de llamarlo mi hermano¡±, dijo Machado de Yonder.

Alonso se estableci¨® en las Mayores como un s¨®lido primera base, aunque tuvo que lidiar con las lesiones y nunca pudo alcanzar su verdadero potencial en San Diego. Antes de la campa?a del 2016, fue enviado a Oakland por el zurdo Drew Pomeranz. Un a?o despu¨¦s, Alonso fue llamado para disputar el Juego de Estrellas del 2017, que casualmente se celebrar¨ªa en Miami.

Mientras tanto, Machado se hab¨ªa convertido en una superestrella. Fue cuatro veces al Juego de Estrellas y se gan¨® dos Guantes de Oro en Baltimore. Cuando se declar¨® agente libre tras la temporada del 2018, con apenas 26 a?os, era un jugador ¨¦lite que estaba entrando en los mejores a?os de su carrera.

El hogar lejos del hogar

Los Padres no fueron el primer equipo interesado en Machado. De hecho, no se metieron en la lucha por sus servicios hasta finales de diciembre del 2019, luego de que el gerente general A.J. Preller se empez¨® a frustrar con la falta de opciones para la tercera base que hab¨ªa en el mercado.

Preller convenci¨® a los propietarios del club que Machado val¨ªa lo que estaba pidiendo, y los Padres empezaron a moverse. Pero el inter¨¦s de Preller era s¨®lo parte de la ecuaci¨®n. Habiendo pasado toda su carrera en el Este de la Liga Americana, salvo un par de meses a finales del 2018 en Los ?ngeles. Machado no sab¨ªa que esperar de San Diego.

Por suerte, conoc¨ªa a alguien que s¨ª sab¨ªa. Alonso pas¨® cuatro temporadas all¨ª y siempre se mostr¨® contento. Yainee lo visit¨® frecuentemente, y tambi¨¦n le encantaba.

¡°Yo sab¨ªa que el lo iba a disfrutar mucho, y que de verdad iba a entender la suerte que ten¨ªa de jugar en San Diego¡±, cont¨® Alonso.

Hab¨ªa un solo problema: Alonso hab¨ªa firmado con los Medias Blancas aquella temporada muerta. Y en Chicago tambi¨¦n quer¨ªan desesperadamente a Machado. Alonso ha podido venderle a Machado la idea de un gran futuro en Chicago, y la oportunidad de jugar juntos en el mismo equipo por primera vez.

Pero estamos hablando de familia. El hombre al que Alonso consideraba un hermano ten¨ªa una decisi¨®n extremadamente importante que tomar. No hab¨ªa espacio para cuentos. Alonso se lo dijo bien claro.

¡°Mira, yo pienso que fue una conversaci¨®n bien f¨¢cil¡±, dijo Alonso. ¡°Manny me dijo. ¡®Hey, San Diego llam¨®, est¨¢n interesados en m¨ª. Me voy a reunir pronto con A.J.¡¯ Y le dije, ¡®Si vas a San Diego probablemente no vas a querer regresar a Miami¡¯¡±.

Alonso estaba bromeando, por supuesto. Miami est¨¢ en la sangre de Machado. Pero Alonso sab¨ªa que San Diego se pod¨ªa convertir leg¨ªtimamente en un segundo hogar para su hermana y su cu?ado, as¨ª como hab¨ªa sido ya para ¨¦l.

¡°Siempre hemos sido bienvenidos all¨ª¡±, confes¨® Alonso. ¡°Yo siento que es bien f¨¢cil llevarse bien con esa ciudad. La gente es incre¨ªble, la cultura es incre¨ªble. Y la cultura latina tambi¨¦n es incre¨ªble¡±.

Machado ya estaba convencido de la ciudad, del mercado como ciudad beisbolera y de la fanaticada. Y seg¨²n recuerda Alonso, s¨®lo necesitaba escuchar cu¨¢l era la visi¨®n de Preller para el futuro de los Padres.

¡°Al final fue Manny quien tom¨® la decisi¨®n y yo definitivamente creo que tom¨® la decisi¨®n correcta¡±, resumi¨® Alonso. ¡°Quieres estar en una cultura ganadora, una actitud ganadora, una fundaci¨®n ganadora. No s¨®lo para ahora mismo sino a futuro. ?l pens¨® que definitivamente iba a conseguir eso en San Diego, y ya sabes, eso es lo que estamos viendo¡±.

¡®Coach de bateo¡¯

Finalmente, el 2020 trajo la oportunidad para que Machado y Alonso fueran compa?eros de equipo. Pero el reencuentro se realiz¨® bajo circunstancias muy diferentes a las que llegaron imaginarse.

Alonso estaba con Atlanta cuando cay¨® la pandemia del COVID-19. Cuando se reanud¨® la campa?a, el receptor decidi¨® no presentarse a la sede alterna del equipo, y los Bravos comenzaron a buscar otro equipo para cambiarlo. Alonso tampoco ten¨ªa mayores oportunidades en los Padres. Deb¨ªa comenzar en la sede alterna del club y, aparte de una lesi¨®n, era casi seguro que no subir¨ªa al equipo grande.

Alonso sab¨ªa que su carrera estaba cerca de llegar a su fin, y comenz¨® a pensar en su ¨²ltimo cap¨ªtulo. Quer¨ªa que se desenvolviera en San Diego.

¡°Siempre me trataron bien¡±, se?al¨® Alonso. ¡°Ese fue el lugar que me vio crecer -- a un hombre, a una persona, a un pap¨¢. Regresar all¨¢ fue como la cereza sobre el pastel. Tambi¨¦n sab¨ªa que mi tiempo estaba por terminar -- en alg¨²n momento el final llega para todos¡±.

Los Padres enviaron dinero en efectivo a los Bravos para adquirir a Alonso el 11 de agosto. Unos d¨ªas despu¨¦s, pas¨® las pruebas COVID-19 de ingreso y recibi¨® la bienvenida de sus compa?eros de piso -- Yainee y Manny.

¡°Fue maravilloso¡±, dijo Machado. ¡°Obviamente me hubiera gustado que hubiera subido al equipo grande con nosotros. Pero ve¨ªa los partidos por televisi¨®n o en el estadio. Luego, pude platicar con ¨¦l despu¨¦s de los juegos en vez de simplemente una llamada -- hablamos de estrategia, sobre los lanzadores -- fue una excelente experiencia¡±.

Para ser claros: Los Padres no s¨®lo agregaron a Alonso porque era deseo de Machado. Preller lleg¨® a conocer bien a Alonso de la primera estad¨ªa del toletero en los Frailes. Cuando Preller visit¨® a Machado durante la temporada muerta 2019-20, Alonso estuvo presente, y platicaron por horas sobre una mesa llena de alitas de pollo.

Los Padres pensaron que Alonso ser¨ªa una mina de oro de informaci¨®n para los prospectos en la sede alterna. Es biling¨¹e y con un gran conocimiento sobre los lanzadores y bateadores. San Diego cuenta con uno de los m¨¢s impresionantes sistemas de liga menor en el b¨¦isbol, y Alonso estaba presente para agregarle valor.

Eso no tard¨® en suceder. El primer turno de Alonso en la sede alterna fue contra el zurdo y compatriota Adri¨¢n Morej¨®n. Alonso not¨® algo en la mec¨¢nica de Morej¨®n que revelaba uno de sus pitcheos rompientes. El equipo r¨¢pidamente lo corrigi¨®.

¡°Este muchacho ha estado en las Mayores, lo ha hecho por 10 a?os¡±, se?al¨® el director de evaluaci¨®n internacional, Chris Kemp, quien ayud¨® a dirigir las actividades en la sede alterna. ¡°Nunca he estado junto a un jugador/coach antes¡­Pero aport¨® bastante a nuestros j¨®venes y nuestro plantel. Fue una buena experiencia el contar con Yonder en la sede alterna¡±.

La realidad del calendario del 2020 fue que Machado y Alonso no pasar¨ªan tanto tiempo juntos. Los partidos de la sede alterna se realizaban por las ma?anas o por la tarde. Cuando Alonso estaba de regreso a casa, Machado iba de salida.

Cuando pod¨ªan compartir tiempo, las limitaciones de la pandemia eran un obst¨¢culo en sus opciones. La mayor¨ªa del tiempo entre sus actividades estaban los video juegos -- Call of Duty Warzone, espec¨ªficamente. Tambi¨¦n pasaron tiempo jugando con los dos perros de Machado. Y por supuesto, hablaron de b¨¦isbol.

¡°La mayor¨ªa del tiempo, me sent¨ª como su coach de bateo, su coach mental, su coach de diversi¨®n -- de todo un poco¡±.

Machado dijo lo siguiente: ¡°Muchas cosas fueron muy extra?as el a?o pasado, y tuvimos la gran fortuna de tenerlo con toda la familia¡±.

Con su nuevo compa?ero de piso y coach de bateo, Machado estaba rumbo a una de las mejores temporadas de su carrera para terminar de tercero en las votaciones para el Jugador M¨¢s Valioso de la Liga Nacional.

Se completa el ciclo

Los Padres clasificaron a la postemporada y vencieron a los Cardenales en tres partidos de una emocionante Serie del Comod¨ªn el pasado octubre, antes de caer ante los Dodgers en la Serie Divisional. Alonso sab¨ªa lo que estaba a la vista.

Despu¨¦s de 10 campa?as con varios logros en las Mayores -- peg¨® 100 jonrones, tuvo una l¨ªnea ofensiva de .259/.332/.404, fue convocado al Juego de Estrellas del 2017 y particip¨® en la postemporada en el 2018 -- era hora para que Alonso le diera fin a su carrera.

¡°Sentimientos mixtos, pero tambi¨¦n felicidad¡±, reconoci¨® Alonso, e inmediatamente comenz¨® a reflexionar sobre los eventos que lo llevaron a estas alturas. La familia Alonso -- Yonder, Yainee y sus padres -- desertaron de Cuba en una avioneta cuando Yonder ten¨ªa 8 a?os. Su padre consigui¨® un empleo en una bodega y alquilaron una de casa de una habitaci¨®n para los cuatro.

No era mucho, pero era suficiente para presentarle a Alonso un camino hacia sus sue?os.

¡°Tuve la fortuna de jugar por tanto tiempo¡±, declar¨® Alonso. ¡°Estamos hablando de alguien que lleg¨® a este pa¨ªs muy joven. Mis padres literalmente sacrificaban mucho, todos los d¨ªas. Nunca llegu¨¦ a pensar que iba a jugar en la universidad de mis sue?os -- la Universidad de Miami -- nunca llegu¨¦ a pensar que me iban a elegir en la primera ronda del Draft, nunca llegu¨¦ a pensar que jugar¨ªa con San Diego, que, para m¨ª, es la mejor ciudad en las Grandes Ligas¡±.

El hecho de que Alonso logr¨® retirarse como miembro de los Padres es un punto de orgullo para ¨¦l y para su cu?ado.

¡°Es fant¨¢stico recordar esta hermosa carrera que tuvo en el b¨¦isbol¡±, dijo Machado. ¡°Lleg¨® de Cuba para ser alguien, y consigui¨® su meta¡±.

Alonso est¨¢ ansioso por ser simplemente un aficionado durante su retiro. Reconoci¨® que seguir¨¢ cada partido de los Padres, y en las pr¨®ximas semanas estar¨¢ en el MLB Network, haciendo lo que ama -- simplemente hablando de b¨¦isbol.

Sin embargo, ahora mismo Alonso est¨¢ enfocado en su trabajo como voluntario en el Boys and Girls Club de Miami. Fijar¨¢ todos sus planes para el retiro despu¨¦s, pero probablemente incluir¨¢n golf y muchos paseos en bicicleta.

En la pasada temporada muerta -- bueno, al menos para Machado -- los cu?ados regresaron a un lugar con tanta historia, la sede de entrenamientos en la Universidad de Miami, para otro invierno de trabajo. Esta vez, Alonso fue el lanzador en las pr¨¢cticas de bateo de Machado. Los entrenamientos fueron igual de intensos a los de hace 13 a?os, pero ahora Machado ya est¨¢ acostumbrado.

Los rumbos de Alonso y Machado representan un ciclo completo de b¨¦isbol en San Diego. Alonso es de una era que muchos aficionados quieren dejar en el olvido, cuando los Frailes se vest¨ªan de azul y con frecuencia terminaban de cuartos en el Oeste de la Nacional. Machado representa un nuevo comienzo, una era en que podr¨ªa haber ¨¦xito sin precedentes -- y posiblemente el primer t¨ªtulo que siempre los ha esquivado.

Es de entenderse que los aficionados de los Padres prefieren enfocarse en la ¨²ltima fase. Pero vale la pena reconocer la carrera de Alonso en San Diego -- por su tiempo sobre el terreno en el pasado, por su impacto sobre una de las estrellas m¨¢s brillantes del equipo en el presente.

Ahora que los Padres aburridos dan paso a los nuevos y llamativos Padres -- ahora que Yonder le deja el escenario a su cu?ado Manny -- vale la pena recordar como todo est¨¢ enlazado. La era Yonder Alonso y la era Manny Machado. Yonder Alonso y Manny Machado.

Sin una, la otra probablemente no ser¨ªa tan especial.