Es dif¨ªcil imaginar las Grandes Ligas hoy en d¨ªa sin el talento y la influencia de los jugadores japoneses. ?

El jugador de doble v¨ªa Shohei Ohtani, quien fue reconocido como el Jugador M¨¢s Valioso de la Liga Americana en el 2021,?encabeza la lista, que tambi¨¦n incluye a Yu Darvish, Kenta Maeda, Masahiro Tanaka, Hiroki Kuroda, Hideki Matsui, el gran Ichiro Suzuki y muchos m¨¢s.?

Pero antes de todos ellos, estuvo Hideo Nomo. ?

Hace 27 a?os esta semana, MLB cambi¨® para siempre -- de forma positiva -- cuando los Dodgers anunciaron de manera oficial su acuerdo con Nomo, el 13 de febrero de 1995. Result¨® ser un evento s¨ªsmico. En las 29 temporadas anteriores, ning¨²n jugador japon¨¦s hab¨ªa visto acci¨®n en Grandes Ligas. En las 26 campa?as despu¨¦s de la temporada de novato de Nomo, en la que fue reconocido como Novato del A?o de la Liga Nacional, m¨¢s de 60 jugadores japoneses le han seguido los pases, incluyendo las estrellas que ya mencionamos.

Con el beneficio de la retrospectiva, pareciera que dicha ola era algo que iba a suceder, tarde o temprano. Y quiz¨¢s sea el caso. Pero no hubo nada s imple, f¨¢cil o garantizado sobre el ¨¦xito que tuvo Nomo como pionero.

Nace un sue?o

Nomo se integr¨® a los Kintetsu Buffaloes de la Liga del Pac¨ªfico del B¨¦isbol Profesional Nip¨®n (NPB, por sus siglas en ingl¨¦s) en 1990, a sus 21 a?os, y de inmediato se destac¨®, ya que captur¨® la Triple Corona de pitcheo de la liga, y tambi¨¦n fue reconocido como Novato del A?o y Jugador M¨¢s Valioso. Adem¨¢s, se adjudic¨® el Premio Sawamura, que se le otorga al mejor lanzador de la temporada de la NPB. Pero aun antes de todo eso, so?aba con competir en las Grandes Ligas.

Cuando Nomo fue presentado como miembro de los Dodgers, record¨® que ese deseo hab¨ªa empezado en los Juegos Ol¨ªmpicos de 1988 en Se¨²l en Corea del Sur, donde el b¨¦isbol era un deporte de demostraci¨®n. Jap¨®n perdi¨® el juego final ante EE.UU. este a?o, aunque Nomo lanz¨® 1.2 entradas en blanco como relevista.

Si ya ten¨ªa como objetivo ponerse a prueba al otro lado del Pac¨ªfico, el Japan All-Star Series que realiz¨® MLB despu¨¦s de la temporada de 1990 sirvi¨® de m¨¢s motivaci¨®n. Nomo lanz¨® en un juego de exhibici¨®n contra una escuadra visitante de estelares de las Mayores, y el diestro con el env¨ªo espiral dej¨® una gran impresi¨®n.

¡°Haya sido Lenny Dykstra o Ken Griffey Jr. o Barry Bonds o cualquiera de los muchachos que estaban en ese viaje, todos estaban en el dugout como ¡®?Santo Dios!¡±, record¨® el lanzador Rob Dibble en el episodio ¡°The Loophole¡± del podcast de ESPN ¡°30 for 30¡±.??

Seg¨²n el libro ¡°The Samurai Way of Baseball¡± por el autor Robert Whiting, un lanzador americano le dio ¨¢nimo a Nomo. El futuro Sal¨®n de la Fama Randy Johnson, quien ven¨ªa de su primera temporada como All-Star en Seattle, se le acerc¨® a Nomo durante una cena privada durante el viaje y, seg¨²n el relato de Whiting, ¡°le dijo que estaba perdiendo el tiempo jugando en Jap¨®n¡±.?

¡°Perteneces en MLB¡±, dijo Johnson.

Aprovechando un resquicio

Hab¨ªa precedente de un jugador japon¨¦s dando el salto en Grandes Ligas, por no mucho.

En 1964-65, un joven zurdo llamado Masanori Murakami lanz¨® en 54 juegos por San Francisco, 53 como relevista, y tuvo algo de ¨¦xito. Su breve aparici¨®n en las Mayores fue un acuerdo entre los Nankai (ahora SoftBank) Hawks de la Liga del Pac¨ªfico y los Gigantes, pero hubo controversia sobre los t¨¦rminos y Murakama r¨¢pidamente volvi¨® a Jap¨®n. Posteriormente, un acuerdo entre las ligas estadounidenses y japoneses impidieron que hubiese otro Murakami. Y as¨ª fue durante casi 30 a?os.

A diferencia de hoy en d¨ªa, en aquel entonces no exist¨ªa un sistema que permitiera que los jugadores de la NPB probaran suerte en las Mayores. En lugar de eso, estaban atados a sus equipos, al menos hasta que llegaran a 10 a?os de tiempo de servicio. Parec¨ªa ser un problema sin soluci¨®n, pero la confluencia de las personas indicadas en el momento preciso ¨C y bastante agallas ¨C cambiaron el curso de la historia beisbolera.??

Estaba Don Nomura, un agente deportivo joven y mitad-japon¨¦s que estaba buscando el jugador indicado para desafiar al sistema, y sus homologo bastado en Estados Unidos, Arn Tellem. Tambi¨¦n fue protagonista Jean Afterman, quien en aquel entonces era abogada de Nomura y hoy d¨ªa es asistente gerente general y vicepresidenta superior con los Yankees.?Y por supuesto, estaba el propio Nomo.?El proyecto requer¨ªa no solamente de un gran jugador, sino alguien dispuesto a ir contra la corriente -- y asumir las consecuencias.??

¡°Estaba claro que Hideo ansiaba este reto¡±, dijo el GG de los Dodgers en aquel entonces, Fred Claire, a JAPAN Forward en el 2020. ?¡°Estaba dispuesto a arriesgar su reputaci¨®n en Jap¨®n. Estaba dispuesto a arriesgar lo que hab¨ªa logrado como un jugador destacado y popular en Jap¨®n. Estaba dispuesto a poner eso en juego, sin saber si tendr¨ªa ¨¦xito, pero creyendo en s¨ª mismo, y es por eso que Hideo era un verdadero pionero. Ten¨ªa la confianza en su habilidad, y no ten¨ªa miedo¡±.

Nomura se reuni¨® con Nomo, quien expres¨® su deseo de trasladarse a EE.U., y tambi¨¦n reclut¨® a Afterman y Tellem para la causa. Como Nomura y Afterman luego relataron en el podcast ¡°30 for 30¡±, el equipo descubri¨® que solamente jugadores japoneses activos ten¨ªan prohibido incursionar en Grandes Ligas. La soluci¨®n: Nomo ten¨ªa que retirarse. ?

Pero no fue tan sencillo. Kintetsu hubiese tenido que poner a Nomo en una lista de retiro voluntaria, y??qu¨¦ motivo ten¨ªa el club para hacer eso trat¨¢ndose de un lanzador estelar? Nomura elabor¨® una estrategia bajo la cual Nomo exigir¨ªa que Kintetsu le diera un contrato lucrativo de seis a?os. En aquel entonces, algo as¨ª era inconcebible en la NPB, y cuando Nomo se neg¨® a desistir, el alto mando del equipo se molest¨® tanto que eventualmente lo colocaron en la lista. Lo que parec¨ªa ser un castigo le dio ventaja a Nomura.

No es que todo haya salido a pedir de boca despu¨¦s de eso. Nomura dijo haber recibido amenazas de muerte por un movimiento que algunos percibieron como perjudicial para el b¨¦isbol japon¨¦s. En un principio, Nomo fue criticado severamente en la prensa japonesa, y seg¨²n el libro de Whiting, el padre de Nomo incluso estaba molesto sobre c¨®mo evolucion¨® la situaci¨®n, hasta el punto de que los dos dejaron de hablarse por un tiempo. ?

¡°Perd¨ª a muchos amigos¡±, dijo Nomura en el podcast. ¡°Lo mismo pas¨® con Hideo¡±.

Un Tornado en L.A.

Una vez Nomo fij¨® su mira en las Mayores, hubo bastante inter¨¦s. En ese momento surgi¨® un informe que indic¨® que al menos seis equipos estaban vinculados, incluyendo los Dodgers, Gigantes y Marineros.

Lo que concret¨® el pacto fue lo involucrado que estuvo el due?o del club de Los ?ngeles en ese entonces, Peter O¡¯Malley. Ambas partes describieron la inmediata conexi¨®n que se form¨® entre ¨¦l y Nomo que result¨® en el serpentinero eligiendo a los azules, pese a que tuvo que conformarse con un contrato de Ligas Menores (con un bono de US$2 millones por firmar).

Y con eso el torbellino comenz¨®. Primero fue la rueda de prensa para presentarlo, que estuvo llena de c¨¢maras de televisi¨®n, fot¨®grafos y escritores. Luego lleg¨® el comienzo de los Entrenamientos de Primavera, con el peri¨®dico Los Angeles Times describiendo c¨®mo una multitud de medios japoneses esperaron por horas la llegada de Nomo a Dodgertown en Vero Beach, Florida, y persiguieron su auto por todo el estacionamiento. Eso marc¨® la pauta para el nivel de atenci¨®n que Nomo recibir¨ªa todo el a?o mientras su pa¨ªs segu¨ªa su cada paso.

¡°No pod¨ªa caminar a ninguna parte sin que un gran grupo de reporteros lo siguiera¡±, se?al¨® el inicialista de los Dodgers, Eric Karros. ¡°Pr¨¢cticamente era 24/7¡±.

(En un interesante ejemplo del Juego de Estrellas de 1995 en Arlington, que cont¨® Tony Gwynn, un grupo de camar¨®grafos estuvo detr¨¢s de Nomo hasta el ba?o del clubhouse antes de que se dieran cuenta donde estaban y se retiraran)

La atenci¨®n y presi¨®n no dieron tregua. ?Qu¨¦ le pasar¨ªa a Nomo -- y a los otros aspirantes a las Grandes Ligas en Jap¨®n -- si fracasaba? Si todo eso le molestaba a Nomo, no lo demostr¨®.

El comienzo de la campa?a de 1995 fue retrasado por la huelga, y Nomo realiz¨® una apertura de preparaci¨®n en Clase-A. Pero luego era hora. Los Dodgers ascendieron al derecho de 26 a?os para debutar contra los Gigantes en el Candlestick Park el 2 de mayo de 1995, y concedi¨® apenas un imparable en cinco episodios.

En su primer mes en las Mayores, Nomo tuvo un aceptable desempe?o, aunque con altibajos, pero poco despu¨¦s entr¨® en ritmo. El hombre apodado ¡°El Tornado¡± por la manera en que se torc¨ªa para lanzar su pitcheo tenedor (un pariente del splitter) para devastar a la Liga Nacional. (Como le cont¨® Gwynn a Los Angeles Times, era ¡°imposible darse cuenta si era un pitcheo tenedor o una recta sino hasta que la bola al final ca¨ªa un pie¡±) En un trecho de 13 salidas del 2 de junio al 10 de agosto, Nomo promedi¨® casi ocho cap¨ªtulos por presentaci¨®n, registr¨® efectividad de 1.31, sus oponentes registraron OPS de .419 y ponch¨® a casi el 30% de los bateadores que enfrent¨®.

En medio de dicho momento, fue el abridor en el Juego de Estrellas, manteniendo la altura de Johnson, su similar de la Liga Americana, con dos cap¨ªtulos en blanco en los que ponch¨® a Kenny Lofton, el boricua Edgar Mart¨ªnez y Albert Bell. Tambi¨¦n estuvo en la portada de la revista Sports Illustrated, entre otras publicaciones.

Nomo termin¨® la campa?a con marca de 13-6 con promedio de carreras limpias de 2.54, lider¨® el Viejo Circuito en ponches (236) y ayud¨® a los Dodgers a superar a los Rockies por un juego para conquistar el t¨ªtulo de la Divisi¨®n Oeste de la Liga Nacional. Tambi¨¦n gan¨® el premio al Novato del A?o por encima del futuro Sal¨®n de la Fama, Chipper Jones.

Un legado establecido

Nomo impresion¨® otra vez en 1996, terminando de cuarto en las votaciones del Cy Young del Viejo Circuito por segundo a?o consecutivo y lanzando un inolvidable no-hitter el 17 de septiembre en el Coors Field.

No fue el mismo despu¨¦s de eso, posiblemente sintiendo los efectos del gran volumen de trabajo a comienzos de su carrera en Jap¨®n. Nomo lidi¨® con lesiones, y su producci¨®n vio un descenso. Entre junio de 1998 y diciembre del 2001, pas¨® por siete organizaciones, aunque volvi¨® a lanzar un sin hits ni carreras por los Medias Rojas en el 2001.

Nomo encontr¨® nueva vida despu¨¦s de regresar a Los ?ngeles en el 2002, juntando estelares temporadas consecutivas. Sin embargo, eso result¨® siendo su despedida, debido a que Nomo dej¨® efectividad de 7.95 el resto de su carrera, terminando con una breve estad¨ªa con los Reales en el 2008.

Nomo fue elegido al Sal¨®n de la Fama de Jap¨®n en el 2014, pero cuando se trat¨® de Cooperstown, la candidatura de Nomo se esfum¨® ese mismo a?o, cuando recibi¨® el 1.1% de los votos y sali¨® de la boleta de la Asociaci¨®n de Escritores de Norteam¨¦rica. Era de esperarse, debido a -- aunque buenos -- no tan espectaculares n¨²meros en su carrera. Pero si el Sal¨®n de la Fama abre una secci¨®n de pioneros que causaron un profundo impacto en la historia del b¨¦isbol, Nomo ser¨ªa una obvia elecci¨®n.

Muchos han seguido sus pasos y han tenido ¨¦xito, comenzando con la actual era de Shohei Ohtani. El tambi¨¦n lanzador y amigo Shigetoshi Hasegawa fue un relevista convocado al Juego de Estrella, ¡°gracias a Nomo¡±. Ichiro lleg¨® v¨ªa el nuevo sistema de?posta, que fue el resultado de la llegada de Nomo. J¨®venes japoneses como Nori Aoki -- un futuro veterano de seis a?os en MLB -- creci¨® viendo por televisi¨®n a Nomo lanzar en las Mayores y recalcul¨® la trayectoria de sus futuros como peloteros.

¡°Nomo definitivamente fij¨® el camino para que los jugadores japoneses pudieran venir aqu¨ª¡±, le expres¨® Maeda a NBC News en el 2018.?¡°Ese fue el impacto en todos nosotros, yo incluido¡±.