PITTSBURGH ¡ª Oneil Cruz avanz¨® lentamente con sus muletas el s¨¢bado por el clubhouse de los Piratas, hacia un casillero repleto, donde estaba una gran bota ortop¨¦dica que el corpulento campocorto utiliza todav¨ªa para proteger el tobillo que se fractur¨® al deslizarse descompuesto a comienzos de abril, en un juego como local.
Cuenta los d¨ªas que le faltan para dejar las muletas y la bota. El dominicano de 24 a?os parece avanzar bien en su recuperaci¨®n, lo que significa que podr¨ªa volver a finales del verano, si no se topa con alg¨²n retroceso.
No parece un resultado tan malo, ante la forma en que se dobl¨® la pierna izquierda de Cruz al chocar con el mexicano Seby Zavala, c¨¢tcher de los Medias Blancas de Chicago en la sexta entrada de un juego que Pittsburgh gan¨® eventualmente por 1-0.
Cruz se someti¨® a una cirug¨ªa al d¨ªa siguiente, y el equipo hizo un c¨¢lculo optimista de que se perder¨ªa cuatro meses. El cronograma sigue en pie, mientras el pelotero ha cubierto con la mitad del trabajo de rehabilitaci¨®n.
¡°Obviamente nunca quieres lastimarte, pero es parte del juego y me pas¨® a m¨ª¡±, dijo Cruz. ¡°Simplemente voy a aceptar las cosas como son y a mejorar lo m¨¢s pronto posible¡±.
Los Piratas han encontrado una forma de seguir en la pelea dentro de la Divisi¨®n Central de la Liga Nacional, incluso sin su primer bate, cuya fisonom¨ªa genera intriga en las mayores.
Pittsburgh comenz¨® la actividad del s¨¢bado con una foja de 29-27, medio juego detr¨¢s de Milwaukee en la lucha por la cima de una divisi¨®n donde nadie ha podido escaparse.
El club utiliz¨® a un pu?ado de peloteros en el campocorto para cubrir el hueco dejado por Cruz, desde su compatriota Rodolfo Castro hasta el venezolano Tucupita Marcano, pasando por Ji Hwan Bae y Chris Owings.
Ninguno posee la mezcla ¨²nica de tama?o, poder y velocidad de Cruz. Sin embargo, han hecho lo suficiente para que no se resienta tanto el golpe temprano en un equipo que busca recuperar la relevancia tras campa?as consecutivas con 100 derrotas.
Cruz se ha apoyado en su esposa y en sus hijos para mitigar el impacto emocional que le dej¨® la primera lesi¨®n grave en su incipiente carrera. Le ha ayudado tambi¨¦n ver el ¨¦xito que ha tenido sus viejos compa?eros Castro y Marcano, quienes llegaron con ¨¦l desde las menores.
El d¨²o de suplentes batea para .264 en forma combinada, con ocho vuelacercas y 20 impulsadas.
¡°Cada vez que los veo hacerlo bien me pongo feliz¡±, dijo Cruz.