¡°No pod¨ªas asustarlo y no pod¨ªas detenerlo¡±: La Russa sobre dirigir a Rickey
CHICAGO -- Tony La Russa estaba elogiando las virtudes de Rickey Henderson como miembro del Sal¨®n de la Fama y uno de los mejores jugadores en la historia de las Grandes Ligas durante una videollamada de 20 minutos con escritores de Chicago el domingo, cuando cambi¨® r¨¢pidamente de direcci¨®n.
¡°Gran jugador, gran compa?ero de equipo,¡± dijo La Russa. ¡°?nico en su clase. Tan bueno como cualquier jugador que haya jugado este deporte¡±.
Henderson, quien naci¨® en Chicago, falleci¨® a los 65 a?os, seg¨²n anunci¨® su familia el s¨¢bado, generando mensajes de homenaje no solo del mundo del b¨¦isbol, sino tambi¨¦n de otros deportes e incluso del ¨¢mbito del entretenimiento. Due?o de los r¨¦cords de por vida en bases robadas (1,406) y carreras anotadas (2,295), Henderson fue una figura influyente tanto dentro como fuera del terreno de juego.
La Russa dirigi¨® a Henderson durante siete temporadas en su etapa con los Atl¨¦ticos entre 1986 y 1995. Henderson fue adquirido de los Yankees el 21 de junio de 1989 y fue una pieza clave en uno de los tres t¨ªtulos de Serie Mundial logrados por los equipos de La Russa.
Incluso antes de trabajar juntos a un nivel ¨¦lite, La Russa conoc¨ªa muy bien a Henderson como rival. Su carrera como manager comenz¨® con los Medias Blancas en 1979, al mismo tiempo que Henderson iniciaba su traves¨ªa como jugador.
¡°Realmente valoraba y respetaba el talento de Rickey desde el otro lado¡±, coment¨® La Russa. ¡°Era el jugador m¨¢s peligroso del equipo contrario si el juego estaba empatado o si estabas ganando por una carrera. Est¨¢ en el equipo de los mejores de todos los tiempos.
¡°No solo era un jugador con un salto explosivo, sino que esa postura en el plato, con su peque?a zona de strike, era letal. Si le lanzabas un strike, pod¨ªa conectar un jonr¨®n como primer bate. Y era inteligente, con un I.Q. de b¨¦isbol impresionante. Aprendi¨® a ser un gran robador de bases y un mejor bateador¡±.
Henderson le dijo a La Russa hace unos a?os que sus 3,055 hits eran una estad¨ªstica que nunca esper¨® alcanzar. Pensaba que no tendr¨ªa suficientes turnos al bate debido a sus 2,190 bases por bolas y su porcentaje de embasado de .401.
En los ¨²ltimos tres meses, La Russa vio a Henderson tres o cuatro veces. Hab¨ªa escuchado que Henderson no se sent¨ªa bien, pero no hab¨ªa se?ales de que su condici¨®n fuera grave, lo cual aument¨® el impacto de la noticia.
¡°Si lo ve¨ªas, como nosotros lo vimos, coment¨¢bamos, ¡®Mira qu¨¦ bien se ve. Todav¨ªa podr¨ªa jugar¡¯¡±, sigui¨® La Russa. ¡°Es muy dif¨ªcil de aceptar¡±.
Seg¨²n La Russa, desde el viernes y hasta el domingo por la ma?ana, hubo llamadas telef¨®nicas y cadenas de mensajes entre los miembros de esos equipos de los Atl¨¦ticos discutiendo la muerte de Henderson. Tambi¨¦n recordaron los fallecimientos de Dave Henderson, Tony Phillips y Bob Welch, quienes formaron parte de ese grupo especial.
¡°Probablemente esas fueron las conversaciones m¨¢s importantes que tuvimos el viernes por la noche, el s¨¢bado y esta ma?ana¡±, detall¨® La Russa. ¡°La realidad de Rickey como persona, compa?ero, amigo y jugador y su grandeza.¡±
La conversaci¨®n del domingo con los medios de Chicago se centr¨® en Rickey Henderson y su sensacional naturaleza tanto como persona y como pelotero.
¡°Una de las realidades de la carrera de Rickey, y lo sab¨ªamos cuando jug¨¢bamos contra ¨¦l, era que era tan peligroso que los equipos se enfocaban en detenerlo. Y mira la carrera que tuvo,¡± dijo La Russa. ¡°Los equipos hicieron todo lo posible por detenerlo, y no pod¨ªan. Yo estaba asombrado.
¡°Nuestros compa?eros estaban asombrados de lo duro que jugaba. Hubo muchos intentos de intimidarlo, algo que nunca nos agrad¨®. No pod¨ªas asustarlo y no pod¨ªas detenerlo. ¡ Agradezco la oportunidad de compartir la verdad sobre qui¨¦n era, m¨¢s all¨¢ de sus estad¨ªsticas. Una buena persona, gran compa?ero de equipo y gran amigo¡±.