TUCSON, Arizona ¨C A la selecci¨®n de Brasil no le falta talento profesional. Aunque no hay jugadores activos de Grandes Ligas en la lista (los ex grandes ligas Paulo Orlando y Andre Rienzo est¨¢n en el cuerpo de instructores, el primer equipo de coaches totalmente brasile?o en la historia del equipo), el prospecto de los Angelinos, Lucas Ram¨ªrez, hijo de Manny, y el ex prospecto de los Yankees, Dante Bichette Jr., forman parte del club. El monticular Tiago da Silva ha jugado por todo el mundo, y el abridor del primer juego de Brasil, Bo Takahashi, juega para los Leones de Seib¨² en la NPB de Jap¨®n.
S¨®lo hay un jugador en el equipo que nunca ha ganado un salario por jugar b¨¦isbol: el utility y trabajador de la construcci¨®n, Osvaldo Carvalho. Su primer contacto con el deporte fue cuando ten¨ªa cinco a?os. A pesar de crecer en una naci¨®n fan¨¢tica del f¨²tbol, no hubo vuelta atr¨¢s.
"Mi padre me animaba a convertirme en futbolista", se?al¨® Carvalho, con una sonrisa casi tan brillante como el cabello rubio platino que se ti?¨® para el torneo. "Pero el b¨¦isbol me emocion¨®".
?Qu¨¦ fue lo que tanto le gust¨® del deporte?
"Para ser muy honesto: La ropa, el uniforme, la gorra, las gafas de sol", dijo Carvalho, riendo. "Es un deporte genial. A pesar de bromear sobre el uniforme, el deporte cambi¨® mi vida".
Comenz¨® a tom¨¢rselo en serio en la escuela secundaria, y finalmente se integr¨® al equipo Nikkei Mar¨ªlia, con sede en Sao Paulo, donde juega actualmente. Se dedic¨® a la construcci¨®n durante la pandemia de COVID-19.
"Necesitaba dinero para seguir practicando", relat¨® Carvalho. "La primera oportunidad que tuve fue en construcci¨®n, colocando pavimento en las carreteras. La pasi¨®n por el b¨¦isbol me hizo elegir esto".
A pesar de las largas horas y el trabajo f¨ªsico exigente, Carvalho no se arrepiente de la decisi¨®n. Tampoco se siente sin energ¨ªa cuando llega el momento de salir al campo despu¨¦s de un largo d¨ªa de trabajo.
"Soy muy feliz practicando, no importa que est¨¦ cansado. Amo este juego y me permite esforzarme un poco m¨¢s", dijo Carvalho.
Carvalho creci¨® jugando junto a muchos de sus compa?eros en el equipo nacional, con Victor Mascai y Heitor Tokar entre sus amigos m¨¢s cercanos. Se sinti¨® motivado a seguir entrenando y trabajando mientras los ve¨ªa jugar en las ligas menores o en otros torneos.
"Estaba haciendo lo mejor que pod¨ªa para poder jugar con mis compa?eros, con mis hermanos", expres¨® Carvalho. "?se era el sue?o de mi vida".
A diferencia de los jugadores profesionales, cuyas carreras se desarrollan en el terreno, Carvalho necesit¨® el permiso de sus jefes y compa?eros de trabajo para venir a Tucson a jugar con Brasil esta semana.
"Tuve que decirles a los muchachos, esta es nuestra Copa Mundial de b¨¦isbol", dijo Carvalho. "Por favor, perm¨ªtanme ir. Este es mi sue?o".
El manager de Brasil, Yuichi Matsumoto, est¨¢ feliz de que Carvalho est¨¦ en la lista, aportando una perspectiva ¨²nica al resto del equipo.
"Probablemente sea el jugador m¨¢s feliz de nuestro grupo", dijo Matsumoto a trav¨¦s del traductor Izawa. "Siempre est¨¢ sonriendo, bromeando con todos. Creo que aporta esta alegr¨ªa al grupo, que no tiene precio. Tambi¨¦n es un muy buen bateador, as¨ª que me alegro de que sea parte de este equipo".
Jugar para el equipo puede ser su sue?o, pero es s¨®lo una peque?a parte de su vida. Carvalho es padre adoptivo de tres ni?os, y admite que pueden terminar eligiendo el f¨²tbol en lugar del b¨¦isbol. La elecci¨®n ser¨¢ suya. Pero sabe que llegar al equipo nacional y jugar en las Eliminatorias proporcionar¨¢ muchas lecciones de vida m¨¢s all¨¢ de las l¨ªneas de foul.
"Jugar entre estas estrellas me da la esperanza de que, si puedo llegar a este equipo, puedo hacer lo que quiera", culmin¨® Carvalho. "No importa si estoy trabajando duro en casa y siendo padre, y ahora tambi¨¦n estoy tratando de ser entrenador en mi club. Si puedo llegar a este equipo, puedo hacer lo que sea".