El jugador m¨¢s emocionante de mediados de los 80
Mientras esperamos que regrese el b¨¦isbol, estamos analizando a un jugador del pasado cada semana y afirmando por qu¨¦ era tan bueno.
Hoy, toca el exvelocista de los Cardenales, Vince Coleman.
Jugador: Vince Coleman
Carrera: STL 1985-90, NYM 1991-93, KC 1994-95, SEA 1995, CIN 1996, DET 1997
Premios: Novato del A?o de la Liga Nacional en 1985; Juego de Estrellas 1988, 1989
En 1985, el gerente general de los Cardenales, Dal Maxvill, describi¨® una conversaci¨®n que sostuvo con el entonces joven de 23 a?os, Vince Coleman, a quien acababa de subir desde Triple-A Louisville en aquel abril debido a una lesi¨®n del jardinero central Willie McGee.
¡°Le dije a Vince cuando subi¨®, ¡®Vas a estar aqu¨ª para cuatro, cinco juegos¡¯¡±, cont¨® Maxvill. ¡°¡¯No quiero que te decepciones si te mandamos de vuelta (a liga menor). ?Entiendes eso?¡¯ Y ¨¦l dijo, ¡®Entiendo eso, pero voy a estar aqu¨ª todo el a?o¡¯. Y dije yo, ¡®Vince, quiero que tengas confianza y todo eso, pero de verdad, s¨®lo vas a estar aqu¨ª cuatro, cinco, seis d¨ªas, hasta que sane Willie, y luego volver¨¢s a Triple-A para hacer tu trabajo. ?Entiendes?¡¯
¡°?l dijo, ¡®S¨ª, Sr. Maxvill, entiendo eso. Pero voy a estar aqu¨ª todo el a?o¡¯¡±.
Coleman era un muchacho de Tallahasee, Florida, que corr¨ªa como nadie m¨¢s pero no bateaba. Estaba en el equipo grande de San Luis simplemente hasta que McGee se recuperara.
Pero no fue as¨ª. En su primer partido, Coleman se rob¨® dos bases. En su segundo juego, se fue de 5-4 con un doble y un triple. En su cuarto encuentro, se rob¨® tres bases¡ªy fue atrapado en dos intentos m¨¢s. En unos d¨ªas, Coleman pas¨® de ser un novato algo arrogante a ser el jugador de m¨¢s emociones en Grandes Ligas. De hecho, 1985 fue su apogeo, su mejor temporada, desde el principio.
Cuando tienes la velocidad de Coleman, todo el mundo espera que juegues f¨²tbol americano y ¨¦l s¨ª lo hizo. Pero fue como pateador de mano en la Universidad de Florida A&M, tal como su primo Greg Coleman, pateador de mano durante m¨¢s de 10 a?os en la NFL. Vince lleg¨® hasta el punto de patear un gol de campo por Florida A&M para derrotar en 1979 a los favoritos Huracanes de la Universidad de Miami.
Cuando los Cardenales eligieron a Coleman en el Draft de 1982 en la d¨¦cima ronda (tres rondas despu¨¦s de seleccionar a Terry Pendleton), el joven decidi¨® que el b¨¦isbol ser¨ªa su deporte. Pero hab¨ªa un problema: No bateaba.
Coleman bate¨® .250/.349/.269 a nivel de novatos en el sistema de los Cardenales en su primer a?o, con apenas tres extrabases (ning¨²n jonr¨®n). En Triple-A en 1984, tuvo una l¨ªnea de .257/.323/.334 y se ponch¨® el doble de las veces que negoci¨® bases por bolas. Pero tambi¨¦n se robaba muchas bases. Tuvo 43 estafas en 58 partidos de 1982, 145 en 113 encuentros en 1983 y 101 en 152 juegos en 1984. Parec¨ªa ser un jugador de una sola herramienta. Pero, ?qu¨¦ herramienta!
Cuando Coleman subi¨® a las Grandes Ligas en 1985, transform¨® a un equipo de los Cardenales que apenas hab¨ªa terminado por encima de .500 el a?o anterior y en el invierno hab¨ªa perdido a su cerrador Bruce Sutter, quien firm¨® con los Bravos. Se pronosticaba que San Luis terminar¨ªa en el s¨®tano en el Este de la Liga Nacional y los dirigidos por Whitey Herzog empezaron con marca de 0-4. Ten¨ªan 2-5 cuando Coleman fue subido y de ah¨ª despegaron.
Los Cardenales tuvieron r¨¦cord de 6-5 el resto del mes de abril. Luego registraron 16-10 en mayo, 19-8 en junio, 17-9 en julio, 17-11 en agosto y 24-12 en septiembre/octubre. Coleman estuvo en medi de todo. A¨²n bateaba poco: Promedio de .267 con porcentaje de embasarse de .320 como primer bate, n¨²meros inaceptables hoy en d¨ªa para ese papel. Pero el caos que creaba cuando se embasaba fue algo grande. La filosof¨ªa de los Cardenales era tratar de que Coleman alcanzara la primera base, se robara la segunda (y hasta la tercera) y que anotara con un rodado antes de que los fans llegaran siquiera a sus asientos.
Coleman se fue al robo en casi cada oportunidad, rob¨¢ndose 110 bases en aquel 1985, la tercera mayor cantidad en la Era Moderna (desde 1900). Fue contagioso. Esa temporada, McGee se rob¨® 56 bases (la mayor cantidad en su carrera y en a?o en que fue JMV de la Nacional), Andy Van Slyke 34, Tom Herr 31 y Ozzie Smith 31. San Luis gan¨® 101 juegos y fueron un equipo digno de ver. Siempre pasaba algo.
La mera presencia de Coleman te hac¨ªa sentir que estabas viendo algo ¨²nico, algo especial. Siempre recordar¨¦ su cuadrangular dentro del parque, en el que cruz¨® el plato de pie. Tambi¨¦n est¨¢ el doble-robo entre ¨¦l y McGee en el Wrigley Field. As¨ª se ve el caos en el b¨¦isbol.
Los Cardenales de 1985 no fueron el mejor equipo de San Luis en los ¨²ltimos 50 a?os. Esa distinci¨®n le pertenece a la edici¨®n del 2004, con el dominicano Albert Pujols, Scott Rolen y Jim Edmonds. Pero San Luis en 1985 fue la escuadra m¨¢s divertida de ver.
Curiosamente, Coleman fue ¡°atrapado¡± por la m¨¢quina que cubr¨ªa el terreno del Busch Stadium antes del Juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional ese a?o ante los Dodgers. El novato se perdi¨® el resto de esa postemporada por la lesi¨®n en una pierna causada por el incidente. Los Cardenales perder¨ªan la Serie Mundial vs. los Reales, tras la jugada mal apreciada por el ¨¢rbitro Don Denkinger en el Juego 6.
Coleman se robar¨ªa 439 bases m¨¢s por San Luis en las siguientes cinco campa?as, incluyendo una racha de 50 robos sin ser atrapado al final de la d¨¦cada de los 80. De hecho, en sus primeras tres temporadas en Grandes Ligas, tuvo 110, 107 y 109 estafas, respectivamente.
Tras 1990, Coleman firm¨® con los Mets, pero tuvo diversos problemas fuera del terreno. Una vez caus¨® una lesi¨®n en el brazo de lanzar de Dwight Gooden con un palo de golf. Pele¨® con los instructores del equipo. Y fue arrestado por tirar fuegos artificiales a un grupo de fan¨¢ticos que inclu¨ªa una beb¨¦ de un a?o.
Tras ese ¨²ltimo incidente, Coleman no jug¨® m¨¢s por los Mets. Fue cambiado a los Reales y luego firm¨® con los Marineros, los Rojos y finalmente los Tigres. En 1998, estuvo en Triple-A con los Cardenales, pero no subi¨® al equipo grande. ?Se imaginan a Coleman en San Luis aquel a?o con Mark McGwire persiguiendo el r¨¦cord de cuadrangulares? Por cierto, se le ve a Coleman celebrando con Alex Rodr¨ªguez y Ken Griffey Jr. despu¨¦s de que el boricua Edgar Mart¨ªnez empujara a Griffey para ganar la Serie Divisional de la Liga Americana de 1995 sobre los Yankees.
Pero ¨¦sas son versiones diferentes de Coleman. La mejor manera de recordar a Vince Coleman es ver aquella campa?a de 1985, cuando se rob¨® bases como ning¨²n novato de la historia y cambi¨® la manera en que se jug¨® a su alrededor. Y no ha habido nadie como ¨¦l desde entonces.