As¨ª surgi¨® la famosa Maldici¨®n del Bambino
Varios ejemplos de lo que se conoce como una ¡°maldici¨®n de un trato¡± pueden encontrarse en varios textos cristianos y hebreos, donde el que no cumpl¨ªa una promesa o un pacto caer¨ªa bajo un hechizo.
Esto nos lleva a la historia de la ¡°Maldici¨®n del Bambino¡±.
El 26 de diciembre de 1919 (hace exactamente 104 a?os), los Medias Rojas tomaron la controversial y eventualmente lamentable decisi¨®n de enviar a Babe Ruth, conocido como el ¡°Bambino¡± -- una de las figuras m¨¢s reconocidas del deporte y cultura estadounidense -- a los Yankees.
Para el conjunto de Boston, varios a?os sombr¨ªos llegaron despu¨¦s de la transacci¨®n.
Antes de dicho momento, los Patirrojos hab¨ªan ganado cinco de las primeras 15 Series Mundiales en la historia de las Grandes Ligas, con Ruth integrando tres de esos equipos campeones. Ruth, quien era un destacado lanzador y en ocasiones toletero, se apunt¨® la victoria en dos de los seis encuentros del Cl¨¢sico de Oto?o de 1918, que le dieron la confianza de presentarse tarde a los Entrenamientos de Primavera al siguiente a?o y exigirle al due?o de los Medias Rojas, Harry Frazee, un gran aumento en su contrato.
Luego de que Ruth negociara un contrato de tres a?os y US$27,000, Boston termin¨® de sexto en la Liga Americana en la temporada de 1919. De todas maneras, Ruth, muy consciente de su popularidad en el b¨¦isbol, quer¨ªa renegociar su acuerdo. Buscaba el doble de su salario.
Frazee -- un productor y director teatral, quien sospechosamente se hab¨ªa mudado de Nueva York a Boston -- ya estaba endeudado tras la compra del equipo y necesitaba dinero para invertir en una obra de teatro. Al enfrentar esas presiones econ¨®micas, Frazze acord¨® vender los derechos de Ruth a los Yankees -- que en ese momento no hab¨ªan clasificado a una Serie Mundial -- por US$100,000, lo que era en ese entonces una cantidad astron¨®mica.
Ah¨ª fue que las fortunas de ambas escuadras dieron dram¨¢ticos giros.
Mientras los Bombarderos resultaron conquistando el t¨ªtulo con Ruth -- ahora convertido en un toletero de tiempo completo -- en su roster y otros 22 campeonatos antes del cierre del siglo 20, los Patirrojos cayeron en un abismo de frustrantes -- y hasta misteriosos -- finales. En 84 campa?as despu¨¦s de la venta de Ruth, los Medias Rojas avanzaron a la Serie Mundial apenas cuatro veces (1946, 1967, 1975, 1986), cayendo en siete partidos en cada una de dichas series. Cuando una bola pas¨® entre las piernas del inicialista Bill Buckner en uno de los errores de fildeo m¨¢s cruciales que les cost¨® el Juego 6 de la Serie Mundial contra los Mets (as¨ª es, otro club de Nueva York), los supuestos poderes supernaturales de la venta de Ruth recibieron formalmente el nombre de la ¡°Maldici¨®n del Bambino¡±.
Los fan¨¢ticos de los Patirrojos trataron de borrar el hechizo de varias maneras, tratando de extraer un piano que Ruth supuestamente hab¨ªa tirado en una laguna cerca de Boston despu¨¦s de una fiesta en 1918, y hasta realizando un exorcismo fuera del Fenway Park.
Pero solamente los resultados sobre el terreno pod¨ªan romper el hechizo, y eso fue lo que finalmente ocurri¨® en el 2004, cuando los Medias Rojas se midieron a los Yankees -- el enemigo que los hab¨ªa separado del ¨¦xito por tantos a?os -- en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, por el pase a la Serie Mundial. Boston hab¨ªa ca¨ªdo 0-3 en dicha serie, luego se convirti¨® en el primer equipo en la historia en borrar esa clase de desventaja.
Cuando los Patirrojos completaron la barrida sobre los Cardenales para asegurar su primer t¨ªtulo en 86 a?os, el jugador que se convirti¨® en el ¨²ltimo out del Cl¨¢sico de Oto?o -- el torpedero colombiano Edgar Renter¨ªa -- vest¨ªa el n¨²mero 3. El que tambi¨¦n visti¨® Ruth.
Para los bostonianos que hab¨ªan sufrido por tantos a?os, eso no fue ninguna coincidencia. Pudo haber sido enviado por un ser divino -- o un Bambino.