Roberto Clemente continu¨® el legado de Jackie Robinson
Este art¨ªculo publicado anteriormente en LasMayores.com en septiembre del 2021.
Durante m¨¢s de 50 a?os, el legado de Roberto Clemente ha girado en torno al ¨²ltimo acto de su vida. Cuando el avi¨®n que alquil¨® para llevarles provisiones a los damnificados de un terremoto en Nicaragua cay¨® al mar cerca de la costa de su tierra, Puerto Rico, en la v¨ªspera de A?o Nuevo en 1972 sin dejar sobrevivientes, la reputaci¨®n de Clemente como una gran figura humanitaria se convirti¨® en leyenda.
¡°Obviamente, todo el mundo sabe lo que hizo en el terreno, pero fuera del terreno, el trabajo que hizo para ayudar a la gente ¡ª no solamente en Puerto Rico, sino en otros pa¨ªses Latinoamericanos ¡ª era un hombre incre¨ªble¡±, expres¨® el receptor boricua de los Cardenales, Yadier Molina, acerca de Clemente. ¡°Se puede aprender de eso¡±.
A Clemente, el primer jugador latinoamericano exaltado al Sal¨®n de la Fama Nacional de B¨¦isbol, tambi¨¦n se le recuerda como un jugador incre¨ªblemente talentoso. Durante su carrera de 18 a?os con los Piratas de Pittsburgh, el ¡°Cometa de Carolina¡± gan¨® dos Series Mundiales y 12 Guantes de Oro en el bosque derecho y fue convocado a 15 Juegos de Estrellas. El Jugador M¨¢s Valioso de la Liga Nacional en 1966 tambi¨¦n fue el primer jugador latinoamericano en sumar 3,000 imparables en Grandes Ligas. Sin embargo, los n¨²meros no captan la emoci¨®n de ver a Clemente corriendo las bases a toda velocidad ni sus disparos despampanantes desde el bosque derecho.
En el D¨ªa de Roberto Clemente, que coincide con el inicio del Mes de la Herencia Hispana en los Estados Unidos, recordamos el altruismo y las haza?as beisboleras de Clemente. Pero hay otra parte del legado del boricua que merece reconocimiento en este d¨ªa: La manera en que se enfrent¨® a la intolerancia y al racismo durante su carrera, para que otros no tuvieran que hacerlo.
Clemente lleg¨® a las Grandes Ligas en 1955, ocho a?os despu¨¦s de que Jackie Robinson se convirtiera en el primer jugador afroamericano en la historia de las Ligas Americana y Nacional, y nueve a?os antes de la Ley de los Derechos Civiles de 1964 en EE.UU. Parece apropiado que Clemente debutara contra Robinson y los Dodgers de Brooklyn, ya que el puertorrique?o continuar¨ªa la batalla por la igualdad racial dentro del deporte.
Como afrolatino, Clemente estuvo sujeto a las leyes Jim Crow, especialmente en Fort Myers en la Florida, donde los Piratas realizaban sus entrenamientos primaverales. Como los otros jugadores de la raza negra de su ¨¦poca, Clemente no pod¨ªa hospedarse en los mismos hoteles ni cenar con sus compa?eros de la raza blanca en restaurantes. La segregaci¨®n era algo extra?o para Clemente, quien se hab¨ªa criado en una sociedad mucho m¨¢s integrada en Puerto Rico.
¡°Mi madre y mi padre nunca me ense?aron a odiar a nadie, ni a menospreciar a nadie por su raza ni su color¡±, dijo Clemente en un programa de televisi¨®n en octubre de 1972, en lo que se cree fue su ¨²ltima entrevista con medios estadounidenses. ¡°Nunca habl¨¢bamos de eso¡±.
En esa entrevista, el reservista del Cuerpo de Infanter¨ªa de Marina de EE.UU. describi¨® sentir tanta indignaci¨®n de tener que esperar en el autob¨²s del equipo mientras sus compa?eros de equipo blancos cenaban que le exigi¨® al gerente general Joe Brown que el club le proporcionara un carro particular a los jugadores de la raza negra para que pudieran moverse con m¨¢s libertad.
A Clemente tampoco le daba reparo encararse a la prensa, que sol¨ªa anglicanizar su nombre a ¡°Bob¡±, pese a su objeci¨®n y que se burlaba de su acento cuando hablaba ingl¨¦s. Exig¨ªa ser tratado con respecto y dignidad, aun mientras algunos de sus compa?eros le aconsejaban que fuera m¨¢s discreto.
¡°Me dec¨ªan, ¡®Roberto, mejor c¨¢llate la boca porque te van a mandar [a ligas menores]¡¯¡±, record¨® Clemente. ¡°Y yo dec¨ªa ¡®No me importa de una forma u otra. Si soy lo suficientemente bueno para jugar aqu¨ª, entonces tengo que ser lo suficientemente bueno para ser tratado igual que los otros jugadores¡¯¡±.
¡°Su influencia en la cultura del liderazgo en el b¨¦isbol es lo que suele olvidarse¡±, dijo Adri¨¢n Burgos Jr., profesor de historia en la Universidad de Illinois, cuyo enfoque es la participaci¨®n de las minor¨ªas en los deportes profesionales norteamericanos. ¡°Clemente fue una figura que no estaba conforme, no complac¨ªa a aquellos que se negaban a tratar a su gente, afroamericanos y latinos, como si fueran menos que otros individuos en el b¨¦isbol¡±.??
No fue hasta 1960, su sexta temporada en las Mayores, que la carrera de Clemente despeg¨® de verdad. Esa temporada, fue convocado a su primer Juego de Estrellas y gan¨® su primer Guante de Oro. Luego, ayud¨® a los Piratas a vencer a los Yankees en siete juegos en la Serie Mundial. Pero aun cuando alcanz¨® el estrellato, Clemente sigui¨® siendo un hombre humilde.?
Y el orgullo puertorrique?o de Clemente jam¨¢s merm¨®. Y en ning¨²n momento fue m¨¢s obvio que en 1971, cuando bate¨® .414/.452/.759 en el Cl¨¢sico de Oto?o para convertirse en el primer latinoamericano reconocido como Jugador M¨¢s Valioso de una Serie Mundial. Dicha actuaci¨®n incluy¨® dos jonrones, incluyendo un cuadrangular solitario en el cuarto inning del Juego 7 que result¨® ser crucial en el triunfo por 2-1 que le dio a Pittsburgh el triunfo sobre Baltimore.
Para los que sintonizaban la Serie Mundial en Latinoam¨¦rica, lo que hizo Clemente despu¨¦s de aquel partido ¨C pedirles a sus padres en Puerto Rico la bendici¨®n, es espa?ol, por televisi¨®n ¨C fue igual de heroico. En lo que calific¨® como ¡°el d¨ªa m¨¢s grande de mi vida,¡± Clemente afirm¨® que por encima de todo, segu¨ªa siendo puertorrique?o.
¡°No demostr¨® miedo. No se sinti¨® abochornado de ser puertorrique?o, latino, negro¡±, dijo el manager de los Medias Rojas, el tambi¨¦n puertorrique?o Alex Cora. ¡°En televisi¨®n nacional, pidi¨® un momento para hablar en espa?ol. Eso no lo hace nadie. Nos ense?¨® firmeza, convicci¨®n. De muchas maneras, le demostr¨® al mundo que uno debe luchar por lo que uno cree y uno tiene que defender los derechos de uno y, lo hizo de la manera correcta.¡±
Los esfuerzos de Clemente por hacer que el deporte fuera m¨¢s hospitalario para jugadores como ¨¦l es uno de los grandes motivos por los cuales el astro boricua es un h¨¦roe para los jugadores latinoamericanos que siguieron sus pasos y que ahora llevan sus nombres en sus camisetas, con acentos y tildes.??Es por eso que a tantos de los jugadores puertorrique?os de Grandes Ligas les dio alegr¨ªa unirse a los Piratas en utilizar el n¨²mero 21 de Clemente en el D¨ªa de Roberto Clemente 2020, una oportunidad que MLB les ofreci¨® a todos los jugadores este a?o.
Pero quiz¨¢s nadie venere m¨¢s a Clemente que su amigo y ex compa?ero de equipo en los Piratas, el receptor paname?o Manny Sanguill¨¦n.?
Clemente y Sanguill¨¦n formaron parte de la primera alineaci¨®n exclusivamente afroamericana y afrolatina en la historia de las Ligas Americana y Nacional el 1ro de septiembre de 1971. Clemente, cuenta Sanguill¨¦n, se esmeraba porque quer¨ªa demostrar que los jugadores latinoamericanos ten¨ªan la habilidad y el car¨¢cter para hacerse sentir en el terreno de juego.?
Clemente,?recuerda Sanguill¨¦n, sol¨ªa decir,?¡°Yo tengo que cuidarme para jugar bien porque yo quiero que un d¨ªa de estos, todas las Grandes Ligas est¨¦ lleno de latinos¡±.
Clemente, quien ten¨ªa apenas 38 a?os cuando falleci¨®, no alcanz¨® a ver su sue?o hecho realidad. Pero su impacto perdura. En los rosters de Grandes Ligas para el D¨ªa Inaugural del 2021, hubo 256 jugadores fuere?os representando a 20 pa¨ªses y territorios, la mayor¨ªa de Latinoam¨¦rica. En dicho n¨²mero estuvieron incluidos 18 jugadores puertorrique?os, de los cuales muchos han hallado inspiraci¨®n en la figura de Clemente.
Por lo tanto, en el D¨ªa de Roberto Clemente, honramos a un gran humanitario y a un jugador extraordinariamente dotado. Pero a la vez, le rendimos tributo a un hombre cuyo compromiso con la justicia, la igualdad y la inclusi¨®n cambi¨® la cultura del b¨¦isbol profesional para bien.